Érase una vez en diciembre... || Kiribaku

"Año viejo, problema nuevo" | PARTE 1

31 de diciembre, un día de mierda, ¿Por qué la gente se emocionaba por estás fechas?, desperté debido al ruido insoportable que había a las calles desde temprano.

Y gracias a ello, con un gran dolor de cabeza, realmente no era de sentir dolores con esa intensidad, pero por alguna razón este día empezó de la forma más mierda que pudiera haber imaginado.

- ¿Despertaste?, ¡Buenos días blasty!. - Mi pelos de mierda, tan alegre como siempre.

Kirishima se encontraba en el baño peinándose con esos malditos picos en el cabello que acostumbraba usar desde la preparatoria.

- Buenos días. - Respondí mientras me retorcía tapando mi cabeza en medio de las sábanas de nuestra cama.

- ¡Oye Katsuki, despierta!, tenemos que ir por las compras, recuerda que tenemos que ir con los chicos por la tarde. - Mencionó mientras se sentaba a mi lado acariciando mi espalda.

- No quiero ver a esa bola de imbéciles, no estoy de humor. - Odiaba las fiestas, preferiría pasar el día sólo con mi novio, no era necesaria tanta jodida gente.

- No seas así, son nuestros amigos, además es un día especial, anunciaremos nuestro compromiso - Sonrió y levantó la mano mostrando su brillante anillo.

Mi cabeza dolía cada vez más, había olvidado el anuncio. - ¿Realmente tiene que ser hoy?, siento palpitar mi jodida cabeza.

- Katsuki no seas así, llevo esperando esto por semanas. - Pude ver como en su rostro se formaba un pequeño puchero.

Suspiré, ese idiota siempre obtenía lo que quería. - Ya que, pero regresamos temprano, antes de media noche.

- Te sentirás mejor, ya verás. Te hice el desayuno, baja y cuando termine de cambiarme voy contigo. - Retiró el cabello sobre mi frente y depositó un pequeño beso en ella.

Después de nuestro desayuno llegamos al supermercado para poder hacer las compras para la cena que haría para la fiesta, no podía negarlo, yo era mejor que cualquier jodido chef.

Nos encontrábamos haciendo las compras cuando Kirishima recibió una llamada del idiota de Kaminari, era un caso urgente de la agencia y alguno de nosotros tenía que estar allá para solucionarlo.

- Ve, yo terminaré las compras y te prometo que cuando llegues a casa la comida estará lista y nos iremos.

Kirishima sonrió suavemente y depositó un beso en mi mejilla. - Gracias Katsuki, te amo, te prometo que no tardaré.

- Más te vale, y dile al imbécil de Kaminari que no habrá cena para él.

Kiishima río mientras salía corriendo en dirección a la salida y en cuanto lo perdí de vista seguí con las compras.

Por fin había terminado con las compras, me dirigí hacía afuera, y si, nuestro auto no estaba, el imbécil se había ido a la agencia en el.

Caminé para buscar un jodido taxi para llegar a casa, comenzaba a hacerse tarde y tenía una promesa por cumplir.

Estaba por subir a un taxi cuando comencé a escuchar gritos, la gente corría hacía mi dirección mientras pedía ayuda, me acerqué para ver que era lo que ocurría.

Un enorme hoyo negro atravesaba toda la avenida. Miré hacía el taxi, el malnacido se había largado con mis estúpidas compras.

Me acerqué hacía aquel agujero, parecía tragar todo lo que estaba en su paso sin importarle nada. ¿Su quirk era como el de aquel idiota de la Liga?

Detrás de éste se encontraba flotando un hombre con gabardina mientras reía como un puto desquiciado. Ese imbécil era el causante de todo.

Con mis explosiones me dirigí hasta allá. - Oye imbécil, es mi día libre, ¿Quién mierda te crees para arruinarlo?