Capitulo 3: Helado

112 12 9
                                    

La morena se abanicaba con una revista mientras que pequeñas gotas de sudor caían de su cabeza del calor que hacía el día de hoy.

Escucho como una puerta se abría, era Sunday saliendo de su habitación con la misma cara de sueño que llevaba todos los días.

Carol la saludó vagamente, aunque ella no le respondió, solamente se acostó en el sofá de la sala con su manta azul y dió un largo bostezo.

─ No entiendo cómo puedes tener sueño con este calor. ─ Diría Carol viéndola descansar.

Y era verdad, podía dormir aunque se aproximara un huracán que podía llevarse la ciudad entera.

─ No sé, pero no te niego que está vez si me siento algo agobiada. ─ Respondió Sunday.

─ ¿Qué tal si vamos por un helado? ─ Propuso Carol.

─ Nah, mejor mañana. ─ Diría Sunday volviendo a dormir.

─ Supongo que seré solo yo. ─

Carol agarró su cartera para luego salir del departamento que compartía con su amiga Sunday.

La chica iba de camino a una heladería a la vez que revisaba su teléfono, una amiga la había invitado a jugar Golf y justo cuando le enviaría su respuesta, chocó con algo.

─ ¡Auch! No recordaba que este poste estaba aquí... ─ Diría Carol viendo hacia arriba, descubriendo que no era un poste.

Carol vería una vez más el rostro del chico bomba, él hizo una mueca por aquel choque, aunque no le había dolido, de todos modos se quejaría.

─ ¡¿Oye, acaso- ─ Whitty se quedaría callado al notar que se trataba de Carol, ¿Tendría que acostumbrarse a estos inesperados encuentros?

Para Carol esto era perfecto, así no tendría que ir sola a comer helado.

─ ¡Que bueno que te veo! ─ Diría Carol emocionada, Whitty la miraría confundido, ¿El calor le habrá afectado la cabeza? ─ Me preguntaba si te gustaría venir a comer helado conmigo. ─

Whitty lo pensó, hacía tanto calor que tuvo que abrir su sudadera para ventilar un poco su cuerpo que estaba todo sudoroso y obtendría un postre gratis.

─ ¿Y qué dices? Yo pago. ─ Añade Carol esperando su respuesta.

─ Está bien. ─

Whitty seguiría a Carol, después de unos minutos, llegaron a la heladería, un momento anhelado para la bomba porque al entrar pudo sentir el fresco aire del establecimiento.

─ ¿Qué sabor quieres? ─ Preguntó Carol viendo todos los sabores del mostrador.

─ Vainilla... ─ Respondería Whitty siendo su sabor favorito.

─ Busca un lugar donde sentarte, yo compraré los helados. ─ Diría Carol para hacer la fila.

Whitty se dirigiría hasta una mesa vacía con dos sillas y tomaría asiento, aún no podía creer que alguien lo había invitado a un lugar, nadie lo había echo desde su creación, pero todavía no lograba entender por qué esa chica no le tenía miedo como los demás o le hablaba como si lo conociera de toda la vida.

─ ¡Llegué! ─ Diría Carol sosteniendo dos conos de helado ─ Aquí tienes. ─

Whitty recibiría el suyo para comenzar a comerlo, solo una vez había comido helado, y eso fué porque se lo robó.

─ Está rico, ¿No? ─ Diría Carol para iniciar una consagración.

─ Sí. ─ Respondería disfrutando del postre de leche.

─ Eso se nota. ─ Diría Carol sonriendo.

Ambos comieron sus helados a gusto, Whitty terminó el suyo en poco tiempo y esperó a que Carol terminara el suyo.

─ ¡Cielos, Whitty! Estás todo sucio. ─ Exclamaría Carol viéndolo todo embarrado de helado al rededor de la boca.

La morena tomaría una servilleta y se levantaría un poco de la silla para alcanzar el rostro del chico, pero él se echaría hacia atrás.

─ Sólo quiero limpiarte. ─ Diría Carol.

─ Yo puedo hacerlo solo. ─ Diría Whitty agarrando otra servilleta para limpiarse por sí mismo.

Carol volvería a su asiento viendo como la bomba se quitaba las manchas de helado de la cara.

─ ¿Listo? ─ Preguntó Whitty.

─ Sí. ─ Asiente con la cabeza.

─ Gracias por el helado. ─ Diría Whitty dejando la servilleta sucia en la mesa.

─ ¡De nada! ─ Diría Carol alegre.

30 días Whittrol Donde viven las historias. Descúbrelo ahora