Un mes, solo un mes había transcurrido desde la llegada del pálido a la casa del mayor de los Son, no la había pasado nada bien, sudores fríos, deseos intenso de volver a consumir, la ansiedad estaba acabado con el chico, sus problemas con la droga y alcohol eran más graves de lo que Son Hyunwoo había imaginado, tuvo que encerrarlo en una clínica de rehabilitación, tendría su salida en unas horas, estaba mejor, el síndrome de abstinencia ya se había calmado, solo debía conseguir que su cuerpo liberará serotonin de forma natural y ocupar su mente en otras cosas, por lo cual había decidido que su entrenamiento iniciaría apenas tocará un pie fuera de la clínica.
—Está limpio, tal como usted me ordenó— dijo el médico que trató al menor, un enfermero lo escolto hasta donde estaba Hyunwoo, luciendo elegante, intimidante y pulcro con su traje negro, sus pocas joyas y su cabello chocolate perfectamente peinado hacia atrás lo hacían ver tan hermoso.
—Hoseok llévalo al auto— sonrió con suficiencia, el más bajo hizo una mueca y se fue con el hombre— Gracias, siempre es un placer trabajar con usted— el médico asintió.
—Lo mismo digo Sr. Son— se despidió y Hyunwoo se fue al auto y se subió junto al moreno.
—¿A dónde me llevan?— preguntó viendo el perfecto perfil de Hyunwoo.
—Al gimnasio— respondió sacando su celular.
Yoo Kihyun sabía que tenía una deuda grande, demasiado grande y que de alguna forma debía de pagarla, sabía cómo debía de pagarla, no quería hacerlo, pero no tenía más opción, bueno, si la tenía, pero la muerte no era algo que él tenía como una, no deseaba morir, pero tampoco quería entrar a un cuadrilátero y que todo el mundo lo viera luchar, podía hacerlo, claro, pero todo si se hubiera mantenido de forma ilegal en peleas clandestinas, las luchas libres legales, no eran algo que estaba en su lista de propósito de año nuevo, para nada, él sólo quería la buena vida, fiestas, chicas, alcohol, drogas, pero por querer la vida mundana estaba metido en grandes problemas que debía pagar con sangre, sudor y lágrimas, lo sabía, pero no podía hacer nada más que lamentarse de forma silenciosa.
El auto se detuvo frente a un gimnasio grande, el hombre alto se bajó y les abrió la puerta, Hyunwoo camino con porte elegante y rudo, lo siguió sin muchas ganas, detrás suyo venía el intimidante guardaespaldas de ojos oscuros pisándole los talones; al entrar habían varios hombres ejercitándose y un par de chicas haciéndolo igual y sin poder evitarlo miró a las chicas con licras pequeñas hacer sentadillas.
—Hey Hyung— ronroneó un chico apuesto y de ojos grandes, se mordió el labio con exageración viendo el cuerpo de HyunWoo de arriba hacia abajo, el más alto le guiño un ojo y siguió su camino.
Llegaron a un tipo de cuadrilátero de entrenamiento, habían dos tipos altos, fornidos y musculosos luchando arriba de este, un tipo de más bajo de altura que él, rubio, corpulento y de sonrisa alegre se acercó a ellos, le dio un cariñoso abrazo a Hyunwoo.
—Me alegró tenerte devuelta, Son— dijo con una enorme sonrisa en su rostro, sus ojos eran brillantes, alegres y llenos de vida, como casi no se veía hoy en día.
—A mí también me alegra estar de vuelta Changbin, ya sabes, los viajes, las peleas, las presentaciones con los nuevos luchadores es algo muy agotador— el tipo asiente sin borrar su sonrisa— Te traje uno nuevo— dijo señalando al pelinegro con su dedo pulgar— Fresquito, recién salido— el hombre lo miró y le tendió su mano con una enorme sonrisa de orgullo.
—Seo Changbin — el hombre aceptó su mano.
—Yoo Kihyun— respondió en un murmullo algo bajo.
—Él será tu entrenador, junto a Hoseok— señaló con la cabeza a su guardaespaldas— Hoseok será tu sombra de hora en adelante, Señor Yoo— “lo que me faltaba” pensó el menor— Ustedes dicen— dijo mirando a sus dos amigos.
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KARMA |Showki| [ADAPTACIÓN]
FanfictionYoo Kihyun, un joven apuesto, egocéntrico, narcisista, seductor, de bien físico, prototipo que toda chica universitaria quiere llevarse a su cama para después andar presumiendo. Su vida es un desorden, fiestas, bares, mujeres como arroz, amaba su as...