el despertar de la pesadilla

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Mi armadura me pesaba, mi respiración era agitada, yo y mi compañera cazabamos a esa cosa, un monstruo que provino del día H, este en particular tenía un insano gusto por comer niños. Lo perseguimos hasta aquella choza alejada del pequeño poblado. Esa cosa tenía prisa, parecían casi tener un grado de conciencia de tiempo, por lo que sabíamos tenía que terminar una especie de ritual, donde deboraria a la pequeña. En otras circunstancias habríamos lanzado una lanza para hacer más fácil el seguimiento pero al llevar a la niña corríamos el riesgo de dañarla. La persecución fue ardua los ruidos metálicos de nuestro equipo junto con el ruido de las hojas crujir a nuestro paso en aquella obscuridad  con media luna, era tan normal para mi, sin embargo algo se sentía diferente esa noche.

La criatura abrió la puerta de aquella choza sin perder tiempo salte por la ventana, romper la puerta tomaría mucho tiempo,  tiempo que no teníamos, rescatar a la niña viva nos daría un plus que realmente necesitabamos. Pero fue una trampa o eso pensé en primer momento. había un trozo de madera en el piso levantado del otro lado de la ventana. Sentí como perforó parte de mi cobertura y penetró en mi muslo, no podía quitarme de en cima cualquier movimiento dolía.

Vi como aquel monstruo bajaba... el piso había sido arrancado y este escondía unas escaleras de piedra... quizá era la entrada a una cueva pensé

Aquella cosa comenzó a reír. Su cabeza recordaba mucho a la de un tiburón, su cuerpo  estaba cubierto en escamas grisáceas y guardaba cierta semejanza a un humano pero sus extremidades eran largas y las 4 terminaban en afiladas garras, carecía completamente de vello y sus ojos se veían vacíos y grandes, siempre supurando un líquido amarillento.
Dio lo que llamaría una risa burlona y desendio.

Donde estaba mi compañera?! Veníamos casi a la par ya debería de haber llegado.

Apreté mis dientes al punto que sentí que iban a romperse y jale mi pierna... un grito de agonía salió desde mi garganta... pero tenia que salvar a la niña... tenia que pararme, pero fue en vano, me gustaría decir que tuve tanta fuerza de voluntad y me pare, sin embargo tuve que irme arrastrando por las escaleras hasta que en un momento no pude frenar por lo resbalosas que eran y termine rodando.

El monstruo tomó a la niña parecía que jugaba con ella, quizá burlándose de su intento de pelear. la niña comenzó a patalear emitía ruidos raros pero no era capaz de gritar. Sin embargo podía ver su terror en sus ojos iluminados por las velas y luces extrañas del lugar. Ver esa mirada fue suficiente... comencé a arrastrarme, creo que o me había golpeado muy fuerte o tenia algo roto, sentía la sangre humedeciendo mi pierna, intente pararme pero era en vano tenía la rodilla en el piso, el dolor punzaba con intensidad. La criatura continuaba con los cánticos innentendibles.

Logre incorporarme, no podía apoyar mucho mi pierna izquierda  pero podía avanzar, saque lo que usaba de espada que no era más que la parte metálica de una alabarda que había tomado hace muchos años atrás. Estaba tan cerca cuando una hoja afilada atravesó mi pecho. La fría y cálida sensación no se hizo esperar. Perdí la poca fuerza que me quedaba. Ya nisiquiera podía moverme.

IA IA ***** F LAG

Esa voz... intente mover mi cabeza pero era inútil sentí como volvió a cortar mi carne sacando su hoja y luego simplemente de un puntapié me dio la vuelta... era ella se quitó el yelmo mostrando unos ojos amarillentos y brillantes. No podía hablar sólo intentaba respirar... ¿mi compañera y esa cosa trabajaban juntos?... ya no podía ni cerrar mis ojos, vi como desollaban a la niña viva, como me miraba suplicando mientras intentaba pelear por su vida en vano  hasta que sus ojos simplemente dejaron de tener vida. Ambos comieron el cuerpo de la niña mientras recitaban esos infernales cánticos. No cerré mis ojos... Ver el destino de la niña era mi castigo, aunque sabía que no duraría mucho. Cada vez era más difícil respirar y enfocar, todo se volvía borroso, al menos vi algo que me saco una ultima sonrisa. Aquella criatura tomó las manos de la que alguna vez fue mi compañera entrelazando sus dedos... no se que pensó ella pero lo poco que pude escuchar y ver fue como arrancó sus manos dándome un ultimo espectaculo, sus gritos duraron poco por que la criatura mordió su cuello haciendo caer al instante, su mirada de confusión y horror sería lo ultimo que vería y estaba bien con eso. Poco después de eso todo se apago para mi.

Vi mi cuerpo inerte en el piso mientras me elevaba y, no puedo recordar que vi pero recuerdo una sensación abrumadora... sentí terror absoluto y luego determinación... no se que paso después.  Solo se que volví a abrir mis ojos y tenia muchas cicatrices nuevas, nada de eso tenía sentido tenía que estar muerto esas heridas... esa pérdida masiva de sangre, nada de eso era compatible con la vida.

Desperté de golpe, no de un sueño, sino de un amargo recuerdo que se repetía casi cada noche.

-tuviste ese sueño de nuevo?

-que te importa!

-no me hables así idiota!

Talle mis ojos y frente a mi el espectro de quien fue mi compañera hasta esa noche... por alguna razón que desconocía seguía pegada a mi atormentandome con su presencia, recordándome con sus sola presencia aquel día. cada que aparecía las cicatrices que de ese día ardían de nuevo como si se abrieran nuevamente.

Talle nuevamente mis ojos y había desaparecido. Mire a mi alrededor, un pequeño cuarto de madera con una sola ventana, con el tiempo me había hecho de tablas de madera y construí lo que llamaba mi escritorio de trabajo donde limpiaba, creaba y reparaba mi equipo. En una esquina arrumabado estaba algo de material para dichas reparaciones, una cama de paja cubierta por una sabana blanca y una manta. Y como último mueble mi estante donde tenía mi armadura la cual estaba hecha de partes de diferentes armaduras. Un yelmo con cota de malla, una pechera que sólo cubría mi esternón y espalda, el resto era cota de malla para la zona central y a los dorsales gambeson de un rojo ya muy gastado. Tenia una hombrera metálica en el brazo derecho que sólo cubría el hombro y en el izquierdo una hecha de gambeson grisáceo que cubría un poco mas arriba del codo  y un par de brazales simples para los antebrazos. Seguía una falda de loringa de tela roja con algunos parches en tinto. Y de las grabas sólo tenía una que sólo cubría por delante y solo la zona de la espinilla. Finalmente mis botas enlodadas.

Me levanté de la cama con el cuerpo punzando del día anterior, había logrado matar a un pequeño grupo de "malpez" gente que se ahogaba y volvía como una especie de no muerto que suelen aparecer en las costas.

me coloque mi armadura y tome el saco  junto a la puerta que tenia la cabeza y manos del ultimo trabajo, mi estomago gruñia pero no comería nada hasta no llevar la evidencia de la criatura muerta al cliente... me esperaba un par de horas de camino, enfunde mi "espada" y mi hacha y salí camino al pueblo.

El Cazador Y La Pequeña Ciega Donde viven las historias. Descúbrelo ahora