♦️Capítulo 3♦️

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Desperté por la luz pegar contra mi rostro, por unos segundos en los cuales me estiraba estaba en paz y tranquila pero después todo cambio al recordar lo que sucedió la noche anterior, mi pecho sintió una punzada y un dolor en el cuerpo, era extraño me sentía enferma físicamente. En la habitación no estaba Bella y es algo que agradecí profundamente, no quería verla en este momento.

Me levante de la cama y entré al baño donde atendí mis necesidades personales, me deje puesta mi pijama y salí de la habitación. Mire a la habitación de Liam y él aún dormía como un bebé, fue algo que me generó mucho ternura. Me acerque y me coloqué en el marco de la puerta a observar a Liam, sentí nostalgia al recordar cómo era nuestra vida hace algunos años. Después de unos minutos más decidí bajar a la sala y con suerte tampoco estaría bella, francamente no me importa donde esté o lo que haga, ella me traicionó y no sé desde cuando, y yo ni enterada estaba así que no me agobiaré más por eso.

Entre a la cocina en busca de agua y ahí estaba ella cocinando algo, era extraño por que nunca lo hacía, siempre era o la señora de la limpieza o yo pero ella jamás. Pase de largo y tome una botella de agua de la nevera.

— Buenos días - Dice Bella con una sonrisa.

No conteste nada y seguí buscando algo para comer, tenía un hambre del carajo, podría comerme toda la alacena.

— Te prepare el desayuno - Veo como lleva un plato en sus manos y lo pone en la isla de la cocina.

Seguí ignorándola y continué buscando algo que comer.

— Por favor, deja de ignorarme y dime algo - Pronuncio desesperada Bella.

— No haré esto, no te pediré explicaciones y no te daré el tiempo para negarlo. No dire nada, solo se que la manera en la que te miraba cambio drásticamente - Espete con dolor.

— Yo realmente puedo explicarlo - Objeto Bella.

— A puesto a que si puedes pero yo no quiero  oírlo - Exprese con indiferencia.

Ella se quedó en silencio manteniendo el contacto visual entre nosotras.

— ¿Vas a dejarme? - Pregunta Bella rompiendo el silencio.

Me quedo en silencio pues no sé qué contestar.

— No puedes dejarme, podemos superar esto. Ahora estamos a mano - Dice desesperada Bella.

— ¿A mano?, así que esto fue una venganza. Eres increíble, sabes cuantas noches llore y me maldije por lo que te hice, todas las veces que me rechazaste, podía sentir tu odio hacia mi y eso me mataba y tú simplemente lo hiciste por venganza, yo jamás te haría eso intencionadamente y eso para mi es peor, tú querías herirme a propósito - En ese momento mi voz se quebró.

Se formó un silencio incómodo entre las dos, sabía que ella estaba igual de triste que yo, ambas nos hemos hecho mucho daño y en esta situación creo que no hay culpables. Ambas de verdad queríamos que lo nuestro funcionara, por nuestro hijo pero sobretodo por nosotras. Ambas anhelábamos una familia juntas y cuando la tuvimos no supimos que hacer con ella. Claro el primer golpe lo di yo pero lo nuestro ya estaba roto desde antes, creo que fue que todo pasó tan rápido, de un momento a otro ya éramos madres y estábamos casadas y todo esto antes de los 25, estábamos en nuestro mejor momento de nuestras carreras, nos divertimos y vivíamos la vida al límite, y de un momento a otro todo cambió.

— ¡Eso no cambia nada, sabes tú me engañaste primero y para acabarla no tuviste los pantalones para decírmelo tú, tuvo que venir esa mujerzuela a contarme toda la verdad!, ¿Que planeabas? Engañarme toda la vida y jamás decírmelo. La verdad aquí es que tú perdiste todo el respeto por mi y por eso no te soporto - Gritaba con enojo en su voz, nunca la había escuchado así de molesta, ni siquiera cuando se enteró.

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