CAPITULO 13

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Fernando y yo fuimos juntos a la cena, además de pedirme que despidiera a Rodrigo también me pidió ser el quien me llevara.

Creo que en el fondo sabía que si íbamos en el auto que alquile tendría una forma segura de escapar si las cosas se ponían muy cercanas entre nosotros.

Manejó en un absoluto silencio, sino fuera porque lo hizo sosteniendo mi mano y porque en cada semáforo se me quedaba viendo y sonriendo juraría que aun seguía enojado por lo que vio en mi oficina.

Estacionamos donde nos indicó uno de los valet -¿Cuánto tiempo tenemos que quedarnos?

-Me entere que van hacer un homenaje a mi papá, me gustaría quedarme para verlo.

-¿Después de eso nos podemos ir? Logre que accedieras a tener una cita de verdad, no quiero pasar toda la noche rodeado de extraños.

-Después de eso podemos irnos.

Nos bajamos del auto y nos dirigimos al salón en donde se celebraba la cena.

La entrada estaba lleno de fotógrafos, pude ver a mi madre posando con las mellizas, pero los fotógrafos dejaron de hacerlo al verme llegar.

-¡Alma, Alma. Una foto por favor! –nunca fui de las que se paran a posar, así que simplemente hice un saludo e ingrese.

-Sos una especie de celebridad.

-Mi papá era alguien muy importante, me asegure de seguir sus pasos y no decepcionarlo. Así que si, ser una heredera prodigio de 26 años me vuelve algo así como una celebridad.

-¿Hay alguien más de tu familia esta noche?

-Mi madre, su marido e hijas

-No sabía que tenías hermanas.

-Hermanastras y si podemos evitarlas te lo agradecería mucho.

Por su cara sé que sintió curiosidad, pero creo que sabe que ya le dije suficiente por una noche así que no presiono más.

-Pensé que iba ser una cena.

-En una universidad pública, solo hacen una recepción. Tenía hecha una reservación para ir a cenar después.

-Con Rodrigo

-No, en realidad con Mía, Rodrigo es solo...

-Un acompañante, lo sé.

-Estás enojado.

-Estoy celoso,

-No sé qué decir para que no te sientas así.

-No lo mencionemos más.

El rector de la universidad se acerca a nosotros

-Alma soler, la mejor estudiante en décadas, siempre es un gusto volver a verte.

-Lo mismo digo.

-Tu madre nos informó que después del homenaje a tu padre quiere hacer un anuncio ¿Tenes idea de que puede ser?

-No me comento nada.

-Bueno ya nos enteraremos, gracias una vez más por el aporte económico que la constructora hace a la universidad, los estudiantes y yo se lo agradecemos.

-En un placer –el rector se retira, desde el otro lado de la sala mi madre me hace señas para que me acerque.

-Me imagino que es tu madre, parece que quiere que te unas.

Ella siempre quiere algo de mí...

-¿No queres presentarme?

-No, ella y yo no estamos en buenos términos en este momento. No tiene nada que ver con vos. Además ya conociste a las verdaderas personas que me importan

La nueva cenicientaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora