Capitulo 15

977 68 30
                                    


Fernando

Manejamos otras tres horas hasta llegar a mi campo, no podía dejar de mirar por el espejo retrovisor para asegurarme que ningún patrullero nos estuviera siguiendo.

Alma y Mía solo se reían, las dos estaban más que alegres. Las dos actuaban como si le hubieran ganado al villano del cuento.

Avise al personal que iba estar llegando para que no se alarmaran y pudieran preparar tras habitaciones y así pasar la noche.

Una vez que llegamos a los establos acomodamos los caballos para que pasen una cómoda noche, ambos animales parecían relajarse cuando Alma se mantenía cerca de ellos.

-Nuestros cuartos están preparados –les aviso a ambas.

-Me gustaría quedarme con ellos un rato más para que se calmen –Alma cepillaba el pelo de uno de ellos.

-Está bien, puedo encender una fogata para mantenernos calientes.

-¡Excelente idea garoto! –Mía rebusca en su bolso y saca dos botellas de vino -¡Además tenemos que celebrar!

-¿Ahora? ¿Con este frio? –La miro como si le hubiera crecido otra cabeza, estamos a unos ocho grados.

-Me parece una buena idea –responde Alma sin alejarse de sus caballos

-Está bien voy a preparar el fuego y traernos unas mantas.

Prepare el fuego y fui a la casa a buscar las mantas.

Para cuando volví, ambas ya se habían tomado una botella y bailaban alrededor del fuego.

Me senté frente al fuego y deje que ellas disfrutaran su momento. Hasta que Alma se alejó para ir al baño, dejándole el resto de la botella a su amiga

Mía se acercó a mí y se dejó caer a mi lado.

-Hoy hiciste algo muy bueno por ella.

-¿Ser un criminal?

-No, ser alguien en quien puede confiar.

-¿Me vas a dar la bienvenida oficial al limitado club de amigos de Alma Soler?

Ella golpea con fuerza mi brazo –Somos muy exclusivos, deberías de estar honrado.

-Pero no quiero ser solo su amigo.

-Estoy de tu lado, tampoco quiero que seas solo su amigo.

-¿Entonces porque dejas que contrate los servicios de un tercero?

-¿Te enteraste de eso?

-Lo vi con mis propios ojos.

-En su defensa es una mujer soltera que no le debe explicaciones a nadie. Ella necesita tener todo en control, incluso sus citas.

-Pero me lo podría haber pedido a mí.

-Te hizo parte de un momento de su vida, ¿te pensas que eso hace con las citas a quienes paga?

-y para demostrarte que estoy de tu lado me voy a ir adormir, ustedes pueden terminarse lo que queda de la botella de vino.

Mía se paró y se alejó hacia la casa mientras que Alma iba llegando. Y se deja caer a mi lado, justo donde antes estaba sentada Mía.

-¿Estas bien? –No me responde, solo se deja caer hacia atrás quedando acostada boca arriba.

-Hace mucho tiempo no me divertía como hoy – me dejo caer hacia atrás imitando su posición.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jan 31, 2022 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

La nueva cenicientaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora