Capítulo 3- ¡¿Que carajos?!-

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Katsuki va preguntarle a su jefe las indicaciones, no sabiendo que se dirige directo a la boca del lobo.

Va con tanta calma, como si no estuviera apunto de sucederle algo. Mientras, toga y jin hacen lo posible por llegar a alcanzarlo.

Pero es tarde. En la puerta se encuentra Katsuki a punto de tocar.

– Shigaraki-san, vine porque a toga se le olvidó las indica...- se detiene de sus palabras al visualizar a su jefe sentado y a su lado su compañero de trabajo, shoji.- ah... Traga saliva y retrocede unos pasos nervioso.

– Ah, Bakugou, que guste verte, no esperaba esta visita inesperada- ríe - lo siento, ahora que sabes esto no queda de otra. Dabi- llama al pelinegro que está detrás del cenizo.

Katsuki voltea, su ritmo cardiaco empieza a acelerarse, ve al pelinegro pero antes de si quiera decir algo este lo noquea.

Desde la esquina, toga y jin, ven la escena, suspiran frustrados, han llegado tarde para salvar al cenizo. Saben que ya no pueden hacer nada y se resignan, ellos vuelven a trabajar a sus puestos.
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En un cuarto, lleno de herramientas para cirugía, un par de intravenosas  y una máquina para combinar ADN.
Se despierta, abriendo de a poco los ojos, trata de moverse pero algo se lo impide, se remueve tratando de zafarse.

De repente todas las luces se apagan y se oye una alarma, ve humo esparcirse y se remueve más nervioso. Escucha unos pasos acercarse e intenta con más fuerza zafarse, no sabe que es lo que le pueden hacer y prefiere no saberlo.

– Ahí estas- dice, esa voz la conoce, es de su compañera de trabajo.

– Aléjate, no te me acerques -  grita, la rubia lo manda a callar.

– Calma, vengo a ayudarte- dice y con cuidado se acerca a él para abrir las esposas en sus muñecas. Hace lo mismo con los de los pies y lo ayuda a pararse.

– Escucha Katsuki-pide la rubia- me quedare aquí a distraerlos, tu ve de ese lado, sigue derecho y doblas a la izquierda de ahí el camino es el mismo al ascensor- indica tan rápido como puede.

El cenizo asiente y le escucha agradecer, ella sonríe.
– Rápido, a Jin se le va acabar las bombas de humo.- él asiente una vez más y camina lo más rápido que puede.

Al doblar escucha como la chica parece pelear con unos guardias. El sigue su camino, su respiración es agitada pero aún así sigue, se siente mareado con todo ese humo y el sonido no ayuda en nada. Estuvo a punto de caer pero logró apoyarse en uno de los vidrios de un cuarto de laboratorio, trata de tomar un respiro, no le dura mucho puesto  que cae al escuchar un golpe.

Algo agitado ve a la criatura que golpeó el vidrio, se maldice, no tiene tiempo para asustarse, debe escapar. Y lo haría, pero su mirada se detiene al pedazo de ropa que ve en una esquina dentro de ese cuarto, su mente piensa en todo, ve a la criatura que sigue viéndolo y parece hacerle una seña con la cabeza hacia la puerta; no tiene tiempo de razonar si es correcto o no, así que se levanta, pone su huella en la puerta y está se abre.

De inmediato, lo que parece ser una clase de larva  gigante sale, dejando tirado de un lado al cenizo. Las pisadas de los guardias se oyen y Bakugou teme que sea su final, pero en cuanto menos lo espera, la criatura lo sube a su lomo y este empieza a arrastrarse con sus patas, a gran velocidad llegan al ascensor, el cenizo toma un descanso del ajetreo, en lo que tarda en subir.

Escucha los sonidos de la criatura a su lado y este lo ve, él asiente para subirse de nuevo, esta vez agarrándose fuerte, las puertas del ascensor se abren y los guardias ahí son embestidos por la criatura, que rápido se escabulle por los pasillos. El cenizo lo guía jalando levemente su cabeza, lo lleva hasta lo que es la planta de arriba y salen por la puerta trasera.

Laboratorio Experimental (provisional)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora