No rompas mi corazón© [#AEP1]

💕 CAPÍTULO O3

En multimedia: Feeling Good » Nina Simone.

━━━━━  💕 ━━━━━

O3 | Evadiendo y mintiendo.

Sábado 21 de octubre.

07.17 hs.

    A Noah le gusta escuchar música después de acostarse conmigo, principalmente rock. Han pasado semanas desde nuestros encuentros frecuentes y todavía intento adivinar si lo hace porque lo calma o porque el verdadero objetivo de poner el volumen tan alto es que no puedas escuchar tus propios pensamientos.

Si debo ser completamente sincera, no me molesta. Tal vez por eso suelo quedarme más tiempo del debido en la cama, entre sus sábanas con aroma a suavizante de limón. Uno que todos en el campus usan pues es el único que tienen en la lavandería de aquí.

El rubio está sentado en el alféizar de su ventana, sólo con su bóxer puesto, fumando lo que debe ser su tercer cigarro. Me ofreció uno hace rato, le di caladas rápidas y cuando lo acabé me acosté boca abajo, cerrando mis ojos.

Creo que me dormí algunos minutos, justo ahora puedo percibir cómo el cielo empieza a aclararse.

Noah sigue observando hacia afuera, absorto en sus pensamientos mientras me deleita con la vista de su cuerpo semi desnudo. Los músculos de sus brazos y espalda fueron lo primero que me atrajo de él, producto de todas esas horas de gimnasio que me ha dicho que pasa. Cada vez que lo tengo cerca aprovecho para pasar mis manos por todo su torso, disfrutando, cosa que le encanta porque suele hacerme gritar más de la cuenta cuando lo hago.

Nos conocimos la semana siguiente de mi ruptura. Mi corazón necesitaba liberar toda la tristeza y tensión, así fue que luego de tomar algunos vasos de cerveza terminé besándome con el primer chico que encontré. Ese fue Noah.

Él también estaba roto. Lo pude leer en sus ojos.

Idénticos a los míos.

Ninguno hizo ninguna pregunta, no lo necesitábamos, simplemente nos dimos placer mutuo y se acabó.

Se volvió a repetir dos semanas después. Y creo que desde entonces nos buscamos para apagar todo el dolor que sentimos, para evadirlo. Coincidir en fiestas, beber, acostarnos, fumar después, se volvió casi un ritual en el que ambos hemos acordado, sólo con mirarnos, que no preguntaremos nuestros motivos.

Así funcionamos.

Desde su lugar, se vuelve hacia mí cuando percibe movimiento. Sin molestarme en cubrir mi desnudez, camino hasta la ventana sin romper el contacto visual, siendo testigo de cómo su mirada me recorre cada centímetro del cuerpo con una expresión neutra. Extiendo la mano para tomar la chaqueta de los Titanes que reposa sobre la silla en su escritorio para ponérmela.

Led Zeppelin sigue sonando a todo pulmón en su pequeño parlante.

Noah me deja un pequeño espacio en la ventana, de modo que ambos quedamos perfilados hacia el amanecer cuando me siento. Aunque hoy está algo nublado, el color del cielo me genera cierta tranquilidad.

Una vez cerca, estiro la mano para quitarle el cigarro entre los labios. Le doy una calada profunda llenando mi organismo de nicotina. Las comisuras de sus labios rosados y gruesos se elevan en una sonrisa diminuta que es contagiosa. Me gustan, esos labios saben darme lo que necesito. Me gustan mucho.

Pero besarlo justo ahora se sentiría incómodo, para ambos, así que reprimo el pequeño impulso que aparece en mi mente.

Sus ojos claros vuelven a escanear mi cuerpo luego de que le devuelvo el cigarro.