Capitulo 7

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Hoy irían a comprar sus útiles para ingresar a Hogwarts y ambos estaban muy emocionados

Ambos bajaron a desayunar y esperaron en una de las mesas a la profesora McGonagall

- hoy cuando me desperté me asusté un poco al no saber dónde me encontraba, pero luego recordé todo lo que sucedió - dijo Victor sonriendo mientras bebía su café

- yo también me levanté algo desubicada - respondió Vinda dándole una mordida a su pastel de fresa

- extraño a los demás - dijo Victor derrepente - extraño a mi hermana, extraño a Hugh y sus abejas, a Millard y sus pallasadas, hasta extraño a Enoch y eso es decir mucho

Ambos rieron levemente por el comentario

- yo también los extraño mucho a todos y eso incluye a Enoch - dijo Vinda con añoranza - pero está es nuestra oportunidad de vivir una aventura y talvez cuando acabemos Hogwarts podríamos ir a visitarlos

- eso es verdad - dijo Victor un poco más animado

- buenos días - dijo McGonagall llegando junto a ellos

- buenos días Minnie - respondieron ambos

- síganme - dijo McGonagall guiandolos a una pared de ladrillos - está es la entrada al callejón diagon

- se supone que tenemos que trepar o lo tengo que romper? - preguntó Victor confundido

McGonagall tocó los ladrillos con la punta de su varita formando un patrón y la pared se abrió revelando un hermoso callejón lleno de magia

- bienvenidos al callejón diagon - dijo McGonagall

- wow - murmuraron Vinda y Victor asombrados entrando al callejón y voltearon asombrados al ver que la pared volvió a cerrarse

El sol brillaba iluminando numerosos calderos, en la puerta de la tienda más cercana «Calderos - Todos los tamaños - latón, cobre, peltre, plata - Automáticos - Plegables» decía un rótulo que colgaba sobre ellos

- definitivamente van a necesitar unos - dijo McGonagall - pero es mejor que vallamos primero a conseguir el dinero

Vinda y Victor desearon tener más de ocho ojos. Movían la cabeza en todas direcciones mientras iban calle arriba, tratando de mirar todo al mismo tiempo: las tiendas, las cosas que estaban fuera y la gente haciendo compras

Una regordeta bruja negaba con la cabeza en la puerta de una droguería cuando ellos pasaron diciendo: «Higado de dragón a diecisiete sickles la onza, están locos...»

Un suave ulular llegaba de una tienda oscura que tenía un rótulo que decía: «El emporio de las lechuzas. Color pardo, castaño, gris y blanco»

Varios chicos de la edad de Vinda pegaban la nariz contra un escaparate lleno de escobas

- miren - dijo uno de los niños - la nueva Nimbus 2.000, la más veloz

Algunas tiendas vendían ropa; otras, telescopios y extraños instrumentos de plata que Vinda y Victor nunca habían visto. Escaparates repletos de brazos de murciélagos y ojos de anguilas, tambaleantes montones de libros de encantamientos, plumas y rollos de pergamino, frascos de pociones, globos con mapas de la luna...

- Gringotts - dijo McGonagall - este es el banco de los magos y lo custodian duendes, pero nosotros los llámamos gnomo

Habían llegado a un edificio, blanco como la nieve, que se alzaba sobre las pequeñas tiendas. Delante de las puertas de bronce pulido, con un uniforme carmesí y dorado había...

Entra, desconocido, pero ten cuidado
Con lo que le espera al pecado de la codicia,
Porque aquellos que cogen, pero no se lo han ganado,
Deberán pagar en cambio mucho más,
Así que si buscas por debajo de nuestro suelo
Un tesoro que nunca fue tuyo,
Ladrón, te hemos advertido, ten cuidado
De encontrar aquí algo más que un tesoro.

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⏰ Última actualización: Nov 02, 2022 ⏰

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