⋆ ˙ ˖𝐕𝐄𝐈𝐍𝐓𝐈𝐒𝐈𝐄𝐓𝐄 ݁ . ࣪ ⋆

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-Jimin... ¿Qué haces aquí?

Jihyo giró su rostro hacía Soobin, encontrándose con el pelimorado casi matando con la mirada a aquel hombre presente. Al instante ella se acercó a él y negó con la cabeza, colocando su mano sobre su hombro y dándole un suave apretón, tratando de tranquilizar a Soobin, viendo a Beomgyu despertarse a causa del rápido y fuerte movimiento que Soobin dio segundos antes.

-Chicos, él es Jimin. En realidad, es el dueño de todo esto. Jimin, ellos son...

-Soobin y Beomgyu, sí. -El hombre mayor dio unos cuantos pasos al frente, pero eso no puso menos alerta al pelimorado, quien cargaba a su pequeño niño, mientras Beomgyu meneaba las orejitas y observaba de re ojo a aquel extraño.- Escuché que los llamaste así.

-Entonces llevas rato oyendo.

-Bueno, querida Jihyo, ustedes no son precisamente las personas menos ruidosas del mundo ¿Lo notaste?

Ella notó eso, desde los gritos de Soobin durante su conversación había temido que alguien los escuchara; Jihyo estaba usando las instalaciones sin el permiso de Jimin, de hecho, de
nadie en todo el lugar, y eso sin contar con que ella misma se consideraba una simple enfermera.

Sin embargo, desde que Nayeon le pidió discreción, Jihyo sintió que debía hacerle ese favor a la mujer que estuvo apoyándola durante los peores días de su vida, así que corrió el riesgo. El problema era que ahora con Jimin presente, no sabía cómo reaccionaría este.

-Soobin, puedes dejar a Beomgyu sobre la camilla de nuevo, Jihyo te confirmará que no pienso hacerle absolutamente nada.

El extraño alzó las manos en señal de paz, mostrando sus palmas y encogiendo sus brazos, mientras Soobin le lanzaba una mirada a Jihyo y ella asentía, así que, con mucho cuidado, sentó a su pequeño minino en la camilla, pero para su lado, con sus piernas rodeando su cintura, observando la miradita curiosa de Beomgyu.

- ¿Meow? -Beomgyy ladeó la cabeza, mientras Soobin tomaba sus mejillas y le dejaba un suave beso en los labios, sonriendo cuando sintió la cola de su pequeño rozar su pierna.
Beomgyu estaba bien, su bebé no tenía ni idea de lo que ocurría pero con Soobin ahí, no tenía miedo.

-Creo que es hora de irnos. -dijo Soobin después de un largo silencio incómodo. Jihyo lo miró y asintió, pero cuando el castaño se dispuso a cargar a su pequeño de nuevo, el otro hombre se acercó otro paso más, captando toda su atención.

- ¿Me dejas darte una charla antes que te vayas? Prometo que serán solo unos minutos y luego te retiras con Beomgyu.

La actitud de aquel sujeto no le gustaba en absoluto, se sentía acorralado, puesto que Jihyo no decía nada ante la mirada penetrante y prepotente que aquel hombre le mandaba a su pequeño Beomgyu y a él. Además, ese tal Jimin se encontraba justo frente a la puerta, salir de ahí sin terminar cayéndose o golpeándose, encima con Beomgyu en brazos, era casi imposible. Jimin no
pasaba de los sesenta años, tan lento no podía ser.

- ¿Y qué si no lo hago? -Respondió Soobin, desafiando sus límites.

-Jihyo será despedida y nadie podrá ayudarte a llevar el chequeo del embarazo de Beomgyu. No quiero que lleguemos a eso porque Jihyo lleva trabajando aquí años de años, pero es ilegal utilizar las instalaciones de su trabajo para uso personal sin el consentimiento de sus jefes y es lo que ha estado haciendo esta noche.

-Jimin, Soobin solo está atendiendo a Beomgyu aquí, no estamos haciendo nada ma-

-Jihyo, por favor, retírate.

La mujer se mordió la lengua para no continuar hablando, la mirada dura del mayor calló cualquiera de sus argumentos y después de mantener sus ojos fijos en Soobin, pidiéndole disculpas solo con este gesto, pasó por el lado de Jimin, saliendo de la habitación y quedándose en el pasillo, esperando.

𝐍𝐄𝐊𝐎 𝐂𝐎𝐑𝐏𝐎𝐑𝐀𝐓𝐈𝐎𝐍 {𝗦𝗈𝗈𝗚𝗒𝗎}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora