⋆ ˙ ˖𝐓𝐑𝐄𝐈𝐍𝐓𝐀𝐈𝐔𝐍𝐎 ݁ . ࣪ ⋆

494 43 14
                                    


Soobin estacionó el auto en las afueras de la corporación de Jimin, soltando un largo suspiro lleno de resignación. Beomgyu descansaba en la parte trasera del vehículo y él solo intentaba repasar las mil y un razones que le dio Jihyo para convencerlo de
ir, diciéndole que ya habían estado ahí, que no había pasado absolutamente nada malo y que con una máquina mucho más grande, podría observar con mayor detalle el creciendo del pequeño bebé, que ya estaría cumpliendo sus cinco semanas en el vientre del minino.

—A ver, nene, ponte la capucha y vamos ¿Si? Te revisan y de regreso a casa te compro leche con chocolate ¿Te parece? —Eddy asintió emocionado, colocándose el sombrero de la capucha, tal como le indicó Soobin, y tomando su mano, saliendo
del auto para tocar la gran puerta principal del lugar, siendo abierta prácticamente al instante por Jihyo, mostrándoles una gran sonrisa de bienvenida.

—Me alegra mucho que al final hayan decidido venir. Soobin, Beomgyu, adelante.

Soobin se tragó un “Como si hubiéramos tenido otra opción”, sin embargo no lo dijo, dejando que sea Beomgyu quien pase primero y después que Jihyo se encargue de cerrar la gran y oxidada puerta.

Muy al contrario de las veces anteriores, ahora no eran ni las seis de la tarde y ya estaban en tal sitio, así que Beomgyu y Soobin no debieron sorprenderse al observar tanto niño-gato caminando por todas las instalaciones del lugar, desde por el corredor principal hasta sus habitaciones, todas con las puertas abiertas, e incluso Jihyo les iba informando que los pequeños tenían un patio enorme con gras artificial donde pasaban sus horas leyendo, conversando o simplemente jugando entre ellos.

Vieron niños de muchos tamaños, algunos se quedaron segundos observando a Soobin, siendo él y el personal del lugar los únicos que no contaban con orejitas y colas largas, cortas, anilladas, bicolores ¡Wow! Definitivamente una gran variedad de pequeños con los mismos detalles felinos pero agregándoles sus
particularidades.

— ¡Hola! —Soobin y Beomgyu se detuvieron cuando justo frente a sus ojos se detuvo un niño, un poco más pequeño que Beomgyu y parecido, aunque sus ojos se veían diferentes. No sabía la razón pero Soobin no encontraba el mismo rastro de inocencia que en su pequeño. Era como una especie de Taehyun, aunque tenía el cabello casi del mismo color que el de su pequeño novio. —¡Me llamo Felix! —Meneó sus dos grandes y esponjosas orejas. Se veían bien, el niño era considerablemente adorable o eso creyó Soobin, hasta que sintió como los pequeños brazos de su bebé
rodearon su cuerpo y escuchó un sonido diferente a cualquiera que hubiera oído de Beomgyu antes. — Uh, uhm.

Felix retrocedió unos pasos, hasta que llegó Jihyo y, al verla, automáticamente se escondió detrás de la señora, sacando su cabeza e inclinando sus orejas, manteniendo su mirada fija en Beomgyu.

— ¿Qué pasa, nene? —Beomgyu no apartaba la mirada de Felix, con sus orejas caídas hacía atrás, gruñendo después de que Felix volvió a esconder su cabeza detrás de la mujer.

—Está celoso. —Habló la voz dulce de Jihyo, volteando para dirigirse a Felix, colocándose en cuclillas, quedando a una altura más reconfortante para el pequeño. — Felix, Soobin es el novio de Beomgyu. Sabes que no debes mirar mucho a los novios de los demás.

—Yo no sabía. —Felix movió sus pies como pataleando, recibiendo una caricia sobre sus ondulados cabellos, sonriéndole después a la madura mujer. — ¿Puede decirle que lo siento?

—Él lo sabe. Ahora ve a jugar ¿De acuerdo? Encárgate que nadie mire mucho a Soobin. Se bueno y podrás ver tu programa ese de bichitos raros aunque lo pasen muy tarde.

— ¡Pokémon, Jihyo! ¡Se llama Pokémon!

Mientras Jihyo veía a Felix alejarse y cumplir con sus palabras, Soobin bajó la mirada, observando como Beomgyu no lo soltaba a pesar que la “amenaza” ya se había ido; el minino lo miró y le maulló, mostrándole sus ojitos llorosos.

𝐍𝐄𝐊𝐎 𝐂𝐎𝐑𝐏𝐎𝐑𝐀𝐓𝐈𝐎𝐍 {𝗦𝗈𝗈𝗚𝗒𝗎}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora