El virus de la muerte

Devoradores de recursos, verdugos malditos

Ramarch- ¿Dime qué harás?-

Izuku- te mataré igual-

El peliverde iba a disparar pero Aizawa le detuvo.

Aizawa- espera, podemos negociar con ellos para tener comida-

Izuku- ¿Y crees que ellos son de fiar?-

Shoto- pero es cierto que a este paso moriremos de hambre-

Mina- Izu escucha a los demás-

Toga- yo estoy más del lado de Izuku-

El peliverde todavía estaba con el arma apuntando a la chica, pero bajo el arma.

Izuku- espero no arrepentirme-

El peliverde le dio un empujón a la chica.

Aizawa- andando Ramarch, y no se te ocurra usar tu quirk o te mataremos-

La chica no respondió inmediatamente, sino que lo hizo unos minutos después de empezar a andar.

Ramarch- ¿De verdad os vais a desviar de vuestro camino para darle una visita al jefe? Que lindo por vuestra parte-

Shoto- callate y sigue andando-

Ramarch- oh, vamos, tampoco somos monstruos, solo hacemos los que es necesario para sobrevivir, vosotros seguro que también habéis hecho algo horrible, ¡Como matar a Overhaul!-

Mineta- ya dijimos que ese tipo murió entre los escombros-

Ramarch- si ya, lo que vosotros digáis, ¡Mentirosos!-

En ese momento la chica recibió un sape bastante fuerte por parte de Izuku.

Izuku- para de molestar o te vuelvo un colador-

Ramarch- de verdad que sois muy divertidos, sabéis, los verdugos tenemos una misión, devorar recursos-

Mina- ¿A que te refieres?-

Ramarch- atacamos a cualquier superviviente que no tiene nada interesante para nosotros y le robamos todo lo que él tenía, gracias a eso hemos sobrevivido este tiempo-

Mina- me dan ganas de fundir tu cara con ácido-

Mientras hablaban todos se dieron cuenta que los estaba llevando demasiado lejos de su anterior destino, estaban saliendo de la autopista para ir a una zona industrial.

Ramarch- ¡Bienvenidos a la prisión de Argos!-

Todos se quedaron con la boca abierta al ver unos muros tan grandes que no se podía ver nada más, hechos de madera con estacas para dejar allí a los zombies.

Ramarch- esta es la entrada, ¿De verdad queréis entrar?-

Todos ya empezaron a dudar sobre si de verdad era una buena idea.

Izuku- creo que deberíamos irnos-

Mina- creo que tienes razón Izu, pero aún así me gustaría acabar con esos verdugos-

Izuku- pero si sus muros son tan grandes significa que hay mucha gente dentro, menos ir a lo seguro-

Ramarch- parece que ya no tenéis tantos huevos-

Aizawa- es cierto, entrar sería un suicidio-

Ramarch- nos habéis subestimado y vais a pagar por ello-

En ese momento algo unos soldados encapuchados desde unos puntos de vigía cercanos lanzaron dardos tranquilizantes hacia todos ellos, los cuales recibieron un impacto directo.