Los españoles, siempre dejaban a los ancianos cuidando a los niños, por ser las personas más débiles de la tribu. Ellos se encargaron de la educacion y crecimiento de los niños...
Una tarde, un anciano llamado Hamanisaky,
reúne a todos los niños en una pequeña fogata mientras los pequeños cenaban.–Hamanisaky dijo: "Les contaré una leyenda que se ha contado en nuestra tribu hace más de 500 años" .
– Toce el anciano (poniendo un poco de intriga en los niños).
– ¡Hamanisaky cuéntanos!— grita un niño con entusiasmo.
–Dá una pequeña sonrisa y dice: " vale, creí que no me prestaban atención, ¡Bueno! Ahí les va".
Cuentan que era uno de los jóvenes más astuto e inteligente de nuestra tribu, que los españoles lo tenían en los trabajos más duro para tenerlo entretenido y vigilado más fácil, pero ¡OJO!
–Los niños se pasmaron.
–El anciano se echa a carcajada y sigue narrando...
El joven una noche, mientras todos dormían logró escapar de la zona de tribu, pasando el bosque pantanoso y luego por los campos de los españoles que estaban rodeado por cada hectárea de alambres y bombas; que si alguien pisaba o tocaba uno de esos alambres ¡BOOM!.
– ¡ohhh! sorprendidos algunos niños.
Estallaban y volaba en pedazos por los aires después al pasar esta zona, llegó donde se describió "que había un puente".
– Un puente que nadie volvió a ver — dijo con suspenso.
Que logró pasar por debajo, cruzando un pequeño río y así subió un par de piedras grandes que detrás de ellas se encontraba una pequeña cueva.
—"Según cuentan", que cada vez que caminaba se hacía más y más pequeña.
– ¡Pero! — Exclamó aquel anciano.
«Había un punto donde entraba una luz y según comentan los ancestros, "que esa era la respuesta de nuestra libertad"». No se volvió a saber sobre aquel joven pero muchos dicen que se lo comió un león, otros dicen que se lo llevó algo divino pero también cuentan que tiene una vida mejor.–Nadie se atrevió a ir a aquel punto — expresó Hamanisaky.
– llega un militar a gritos — ¡Todos callaos, se van a sus cabañas pero ya!
–Todos los pequeños salen corriendo a sus cabañas.
–Algunos sonrientes con el sueño de ser aquel joven de la historia.
10 años después...
Nawén, uno de los pequeños de aquella fogata con ya 25 años de edad, de ojos marrones, su estatura es de 1,70cm, su piel color canela, cabello negro y largo, contestura gruesa, después de un día largo de trabajo, en su hora de descanso, se tumba en un pajar a recordar aquélla historia del anciano – se dice así mismo — Intentaré escapar con mi hermano sin que nadie se de cuenta y lograremos cruzar la luz blanca.
En la noche en cuanto llega a la cabaña, le cuenta a su hermano de 15 años, llamado Amaru, la leyenda de la tribu y su plan de fuga.
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Más allá de la luz
De TodoUn joven indígena, sigue la leyenda de su tribu, como lo hizo su hermano, para hallar la verdad que hay cruzando la luz.