Más allá de la luz

Llega Un Nuevo Mandó.

Ya después de una larga noche, todos de haber gozado de una buena cena y sonidos culturales de la tribu, le dice Nawén a Amaru - Hermano, tenemos que compartirle la cabaña a Aymara.

- ¿Y eso porqué?

– Está en problemas, yo me quedare en otra cabaña y tu compartes la nuestra con ella.

– Pero Nawén no la conocemos y sus planes no sabemos ¿y si quizás la mandaron a vigilarnos?

-Tranquilo hermano, ella está en líos nadie la conoce y tenemos que ayudarla, nuestra prioridad es ser grandes humanos.

– Está bien hermano.

Ya todos están entrando a sus cabañas, Nawén y Amaru están de pie a unos metros de la fogata sin ella saber que hablan , Aymara esta sentada sola cerca de la fogata, ya Nawén decide entrar a la cabaña de unos colegas del trabajo. Amaru y Aymara quedan solos en la fogata.

– Hola, soy Amaru.

– ¡Si ya nos conocemos! — lo expresa con una pequeña sonrisa.

– Amaru avergonzado, sonríe — Lo siento, tienes razón jajaja, ¿que te trae por aquí?

– ¡Verdad! Yo aquí tranquila y mi padre en peligro.
— comienza a alterarse.

– ¿Porque lo dices?

- Mi padre me envió a entregar una caja verde de guerra.

– Ya, pero si el peligro ahí es tu padre. — lo expresa en broma.

– No es eso, es que la caja estaba vacía, no se que llevaba dentro el militar que fue por ella, y me dejaron encerrada.

– Tranquila tu padre es fuerte y regresará bien.

Se levanta poniéndole una ruana de colores llamativos muy guapa por cierto, la ayuda a levantarse del tronco y dice – Vamos a descansar, mañana ya sabrás de tu padre.

– Está bien, muchas gracias por todo lo que han hecho.  ¿Nawén dónde está?

– Él quedará en otra cabaña.

– ¡Ay! Perdoname por incomodar, yo puedo quedarme en la de mi padre.

–No, no, no tranquila es por seguridad, ahí sería el lugar que buscarán de primero.

Llegan a la cabaña...

– Muy bien Aymara, descansarás en aquella cama de mi hermano, y yo dormiré aquí, no es la gran cosa seguro no es cómoda para ti pero ya te acostumbraras.

Se acuesta en la cama y dice: – Tranquilo Amaru, yo aquí descansaré bien, muchas gracias por cuidarme que tengas linda noche.

Amaru antes de acostarse se le acerca y le cubre con una manta. – Buenas noches señorita.

Siguiente día...

Suena el primer gallo con su glorioso canto – Kikiriki.

Se despierta Aymara preocupada por su padre, no sabía que día o cuando regresaría él, ella entonces decide ayudar a las mujeres de la tribu haciendo sus trabajos a escondidas. En el primer cantar del gallo (5:00am) ella se despertaba a lavar la ropa de los hombres de algunos de la tribu, todos siguieron sus vidas normal, Aymara en espera de noticias sobre el convoy de su padre.

1 semana después de haberse ido el convoy,
llega el marqués Duque en uno de los primeros coches en su grupo de conquista (Lo había recibido de regalo por un familiar).  todos los indígenas quedaron sorprendidos pero sin poder preguntar nada por las  leyes.  Claro está que habían muchísimos más conquistadores, unos más astutos otros más inteligentes y como todo algunos están más avanzados que otros. Por segunda vez se observaba el marqués por aquellos lados y reunió a todos los militares e indígenas. Aymara oculta entre la multitud y un poco nerviosa creyendo que diría noticias de su padre, Amaru esperando buenas noticias para su tribu, Nawén deseando que llegue pronto el día de su escapé ya que sólo había recorrido casi el 50% del caminó así queriendo estudiarlo un poco más para su escape.