-𝐄𝐱𝐭𝐫𝐨𝐯𝐞𝐫𝐭𝐞𝐝-
Luego de que Ian le pasará o más bien, compartieran la maldición de las sirenas con Lyra. El empieza a quedarse en casa de ella, lo que Lyra no contaba era que su gemela regresaría a casa pronto.
Orazia es una chica extrover...
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ORAZIA AHORA SE ENCONTRABA limpiando el desastre que se le había atribuido debido a su torpeza, quería quejarse por hacer el trabajo que realmente me correspondía a Shon, pero no podía porque él se encontraba ahora mismo teniendo una sería plática con su hermana mayor.
Y también lo entendía de cierta manera, porque... podía ser extremadamente tonta en ocasiones, pero desde secundaria sabía de los sentimientos que ambos jóvenes guardaban en sus corazones por el contrario.
—¡A ver! ¿Soy tan linda o que tanto me miras...?—cuestionó algo malhumorada la azabache menor a Ian, que llevaba viéndola desde que Lyra le ordenó limpiar toda la tierra que se había esparcido al romperse la maceta.
—Estás aceptable, muñeca.—Guiñó un ojo a la jóven, haciéndola enfadar un poco más. Su tono pícaro y molesto que solo disfrazaba un sentimiento melancólico que surgía dentro suyo cada que la miraba.
Pero sí, ella era bastante linda de cara, tenía rasgos finos y suaves. Tan parecida a Lyra, pero su cabello era más ondulado y el flequillo que ella portaba se dividía justamente a la mitad, algo así como un efecto mariposa.
—¿Qué relación tienen Lyra y tú...?—interrogó, acercándose con el recogedor en mano. Sabía al 100% que no era algo romántico, o una relación impulsiva.
Porque Lyra nunca actuaba por impulso, todas sus acciones eran premeditadas, muy premeditadas. Justo cuando el contrario abrió la boca para decir algo, Lyra apareció desde la cocina con una expresión en el rostro algo... Triste.
—Orazia, ¿Acompañarías a Shon a buscar ropa para Ian?—pidió con esa expresión que a su hermana le resultó imposible decir que no, y es que, ¿Por qué se negaría a salir con su mejor amigo, luego de no verlo casi un mes?—Te espera en la cocina.
—¿Es que tú hermana y el señorito son novios...? O, ¿Por qué parecen enamorados?—inquirió con los ojos entrecerrados, buscaba saciar su curiosidad pero también molestar un poco a la azabache.
—Ellos... No. No lo son, son mejores amigos y ya.—limitó, pero la mirada incrédula que le dirigía el de orbes grises la hizo seguir con sus palabras.—Shon tiene novia...
—... Pero es él quien te rompió el corazón, ¿No?—Ian también le siguió.
—Ya te dije que no me rompieron el corazón.
—¿Qué sentido tiene negarlo? Es tan evidente... ¿No te das cuenta? Tu corazón... —Hizo una ligera pausa, mirando su pecho.—Está brillando muchísimo en este momento.—Observó la luz azul que desprendía el corazón de la azabache, aunque está era ajena a ese hecho.
