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Yoongi exhaló por cuarta vez en menos de una hora.

El día estaba aburrido y nadie parecía entrar a la panadería donde trabaja. Después de todo era un lunes en la mañana y la aldea no tenía muchos habitantes en comparación a la ciudad. Su tio Bae, dueño de la panadería, le había recomendado de abrir un poco más tarde el establecimiento. Yoongi lo había hecho, después de todo ese era su trabajo, atender la panadería a cambio de un sueldo. Pero ya casi era medio día y aún no habían tenido su primer cliente.

Yoongi miraba fijamente el pan en la vitrina hasta que escucho la puerta trasera abrirse.

--- Yoongi, ayúdame por favor.

El mencionado se giró inmediatamente hacia la voz. Su tío yacía con dos bandejas de pan recién horneados, Yoongi se apresuró a tomarlos con cuidado de no quemarse, una vez colocados encima de la vitrina de cristal, se percató de un detalle enorme.

--- Están quemados los panes. --- Señaló Yoongi pichando un pan, observando cómo un poco de ceniza se adherida en su dedo. De inmediato lo limpio con una mueca. --- ¿Lo vamos a vender?

Su tío suspiro cansado. --- No lo creo, el pan no es comestible. --- Bae recogió el pan quemado depositándolo en una bandeja cerca de la entrada. --- Por favor empácalos y llévalos al basurero de la esquina. Oh, y no olvides llevar el resto de la basura.

--- Pero son muchos panes, demoraré una eternidad. --- Protestó Yoongi con un puchero, esperando persuadir a su tio. --- Además tengo una cita esta tarde.

--- Sabes que ese puchero no funciona conmigo. --- Replicó su tío con una sonrisa. Bae estaba acostumbrado a la actitud caprichosa de su sobrino, por lo que se tomó el comentario con humor. --- De todas formas, botar la basura es parte de tu trabajo ¿Y quién te está pagando, eh?

--- Tú. --- Respondió Yoongi derrotado.

Bae le dio unas palmaditas a Yoongi en la espalda y con eso se fue directo a la cocina.

Yoongi lo miro de reojo y cuando vio que su tío desapareció detrás de la puerta, empezó a refunfuñar por lo bajo. Yoongi odia botar la basura, ya que sus uñas se ensucian y limpiar la suciedad es asqueroso y exhastó para él. Sin obviar que la basura huele horrible, porque bueno, es basura ¿No? Toda la ropa se impregna de mal olor.

Después de dos minutos de refunfuñar y maldecir el pan frente a él, Yoongi tomo unas pinzas, comenzando a depositar el pan quemado en una bolsa negra. Lo que pareció una eternidad para Yoongi, en realidad fueron solo media hora. Así que satisfecho y feliz de su trabajo, procedió a cerrar la bolsa.

Luego se apresuró a subir las escaleras hacia el segundo nivel de la tienda, donde permanecía la vivienda, entrando a su habitación. Una vez allí se miró en el espejo, asegurándose que todo estuviera en orden con su cabello bicolor, su característica más bonita y destacable.

Se rizó un poco las pestañas con el dedo y sonrió satisfecho.

Sacudiendo su ropa una última vez, salió de su habitación. Yoongi bajo las escaleras, despidiéndose de su tío y tomando la bolsa de basura cerca de la entrada.

Bae solo negaba con la cabeza mientras veía la escena, sabia lo vanidoso que era su sobrino, por eso siempre le repartía las tareas antes del tiempo debido, pues Yoongi siempre se retocaba, incluso si solo iba a salir dos minutos.

Bae solo negaba con la cabeza mientras veía la escena, sabia lo vanidoso que era su sobrino, por eso siempre le repartía las tareas antes del tiempo debido, pues Yoongi siempre se retocaba, incluso si solo iba a salir dos minutos

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My beautiful, my love   [YOONSEOK]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora