Renuncia

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Para ser honesta nunca había entendido como todo había caído de aquella forma incluso si mi relación en esos momentos ya era mala no entendía como se podía empeorar como se empeora cuando el fondo ya ha sido tocado como se empeoraba cuando el final ya había llegado tantas y tantas estaciones atrás.

Las cosas con Finlandia iban mal, ya habíamos llegado a los ataques directos decirnos malas palabras golpes en el ego, donde sabíamos que dolía pues aun incluso en esta situación nos conocíamos, nos amábamos de una forma tan incorrecta que sabía que no debía estar ahí que aunque quizá era el amor de mi vida no debía estar con él, cada día mis amigos me incitaban a desistir, cada día Alemana me exigía salir de ahí, desde aquella tarde donde tomamos un café y Finlandia me mando al diablo por mensaje y el me tubo que cuidar y consolar en plena noche, me rogaba dejar de llorar que aquello le quebraba el alma, me pedía desistir y yo siempre tenía la misma escusa ya sin bases.

-Lo sé, pero no puedo Alemania sé que no es la persona que amo, pero deseo regresar y tener a aquella imagen del pasado quiere ser aquella que fui—Yo solo quería ser como antes yo solo quería recuperar mi sonrisa, pero no podía ya nada podía ser como antes—Yo solo quiero que alguien me ame Alemania solo deseo ser amada.

Solo eso quería que me amara, que me amara solo a mí pero no pasaba nunca pasaba siempre era yo y otras tantas chicas, siempre era yo y muchas casualidades con amigas, estaba tan cansada de pelear por algo que en realidad ya no quería, así que solo deje que todo se fuera, deje que nos ahogáramos en dolor en desastres, recuerdo la ultimas vez que corrí tras de ti en una camioneta, con tus amigos, corrí y corrí con Alemania pisándome los talones recuerdo ser abrazada y llorar en medio de la carretera, recuerdo querer gritar y solo ser consolada por Alemania, recuerdo que lloro jamás lo había visto así de intranquilo mucho menos por mí, recuerdo ser abrazada por él, ser llevada a su casa y dormir abrazados el amanecer no me supo tan mal, después de ese día, no volvía hablarte, decidí ignorar tu existencia me centre en fortalecer mi amistad con Alemania y así fue.

Comíamos juntos, al igual que Bielorrusia que se volvió una de mis amigas más cercanas, ella también te odiaba y eso nos unió mas, así que con los nuevos pilares de mi vida comencé a salir adelante, no lloraba más, sonreía nuevamente ignoraba si me llamabas si salías con otras personas simplemente me dejo de importar tu presencia en mi alrededor.

Eso me hacía sentir tan tranquila, me sentía tranquila con Alemania tomando mi mano, abrazándome, diciéndome que me quería, simplemente teniéndolo a el ahí, sin pedir nada sin exigirme algo igual, sentía que todo iba a mejorar.

-Podemos hablar—Quería correr al lado contrario de esa calle quería gritar auxilio pero no podía hacer ninguna me sentía tan indefensa que creía que iba a ser comida—Yo me equivoque creía que podía estar sin ti, creí que lo nuestro era remplazable pero no es así, te necesito, nos necesitamos ambos, por favor México déjame hablar un momento déjame explicarte todo.

-Yo no creo que deberíamos hacerlo, ya no estamos juntos, ya no nos tenemos y eso está bien para ti y para mí, sobre todo para mí—Tenía miedo de ceder tenía miedo de caer de nuevo en las mentiras en las promesas falsas de todo eso, así que mantenía un margen eterno de todo.

-Lo sé, sé que lo jodi, que soy un idiota de mierda, sé que soy un egoísta solo, por favor no puedo perder lo único bueno de mi vida, no quiero perder a la única persona que amo—No quería creerte me negaba a hacerlo, pero la culpa me ataco, así que te deje hablar.

Me explicaste la relación de tus padre, que una mujer lo fue a buscar y le mentiste, que sospechas no ser hijo de él, me contaste como fuiste testigo de las veces que el la golpeo frente a ti, también escuche que tus hermanos hacia lo mismo y que tu no querías ser como ellos pero no podías arreglarte, que solo yo podía hacerlo, me convenciste con chantajes, con mentiras y me sentí tan idiota de creerte me sentí tan mal por ti y quería curarte, dios deseaba reparar lo que yo nunca rompí pero eso nunca funciono.

Me convenciste de entregarme a alguien más de ti, me hiciste creer que quería eso que eso me acercaba mas a tu amor, pero no fue así no disfrute nada de ese momento solo me sentía usada y degradada como persona recuerdo tomar mi ropa y vestirme recuerdo mirarte a los ojos y negar lentamente, recuerdo colocar mi mano en tu pecho justo donde estaba tu corazón y dejar caer lagrimas, pero sin ningún ruido.

-No quiero verte nunca más, ya no eres la persona que ame, ya no eres alguien con quien quiera estar solo eres la imagen de quien un día fue el amor de mi vida, pero que hoy no es más que un hombre que me causa asco y repulsión—Salí de aquel lugar sin mirar atrás la noche ya había caído yo sentía incluso más frio del normal, camine a casa para llegar a darme un baño y dormir en mi enorme cama mientras tomaba una decisión por fin.

No volver nunca más a tu lado incluso si aún te amaba.

Lo cumplí, aleje todo de ti, nunca más deje que te acercaras a mí en la calle, Alemania quería golpearte sin piedad yo le dije que era innecesario que ya no valía la pena que la vida lo cobraría.

Poco tiempo después comencé a ser más unida a Alemania, comenzamos a salir a comer, a fumar, a beber incluso para cualquier tontería íbamos juntos, poco a poco mi corazón sanaba, me sentía feliz con él y su cuidado solía escuchar a la gente decir que él y yo éramos pareja incluso cuando no era así, el té odiaba demasiado así que cuando me buscabas llamabas de números desconocidos el té contestaba siempre estabas borracho .

Con el pasar de los meses y las estaciones yo sabía que amaba a Alemania que mi corazón y amor era para él , para la persona que se había encargado de cuidarme sin buscar nada a cambio así que cuando comenzamos a trabajar en mas proyectos juntos me di cuenta de que no iba a dejar de amarlo, asi que un dia mientras comíamos se lo dije sin mas.

-Alemania te amo, y no te lo digo esperando ser correspondida te lo digo porque quiero que lo sepas.—El dolo me sonrió y me beso, desde ese día permanecimos juntos, no siempre fue fácil había días difíciles en especial aquellos donde el daño que me habías echo salía a flote aun solía tener pesadillas, aun solía dormir con una lámpara de noche.

A el jamás le importo aquello, cuando las pesadillas, el miedo o mis inseguridades volvían el me recordaba que había logrado vencer que había salido de ahí sin ayuda, que yo sola había logrado huir de un monstruo como tu incluso si yo solía decir que te debía mi vida, el decía que no, que tu me debías a mi que nunca podrías pagar todo lo echo, pero que al menos nos habías unido y eso era algo que agradecer.

De ti no supe mucho en años, hasta que un dia tu hermano me encontró en la calle el solía ser siempre amable jamás te cubrió o justifico tus actitudes, el me conto que bebías mas de lo que deberías medicamente, que fumabas mas de lo recomendado y que ibas de cama en cama queriendo llenar un vació, debo de admitir que sentí satisfacción de verte sufrir un poco de lo que yo pase, no mentiría quería verte gritar de dolor como yo, yo no creía en el perdón.

Unos años después mi primer hijo llego, era tan parecido a Alemania con su cabello negro y rizado, su piel era un intermedio entre la de el y la mía, sus ojos eran grises con una delgada línea café en el interior del iris, el fue mi primer hijo y lo llame como habíamos deseado llamar a nuestro hijo, se llama Daniel, espero no sea mi último hijo sé que no es el primero, pero si es el primero que deseo.

Espero un día la paz llegue a ti y puedas ser feliz, así de feliz como lo soy yo ahora con él.












Porque duele más la ausenciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora