Mateo
Me paré de mi lugar y empecé a caminar hasta donde Dama me había dicho que la espere
Cuando llegó y se bajó del auto, nos tomamos nuestro tiempo para saludarnos como se debe y fuimos a mi casa
Apenas entramos vimos a mi papá que le sonrió a Dama y se acercó a saludarla
-feliz cumpleaños.- de su mochila sacó una bolsa
- No hacía falta, gracias.- dijo mi papá agarrando la bolsa y abriéndola para ver que había adentro
- No sabía que regalarle, si no le gusta puedo traerle otra cosa.- me reí y ella me apretó la mano para que dejé de hacerlo
Perdón pero verla nerviosa me puede mucho, me causa ternura y gracia
Mi papá miro las gorras y los pañuelos que habían adentro y sonrió como un nene
Creo que lo que más le gusta que le regalen son gorras
- te volaste, están re piolas- dijo mirando los pañuelos uno por uno para después seguir con las gorras -. Gracias por el regalo, veni que representó a todos.
-viejo es mi novia, la presento yo. No te emociones.
-uh se puso ortiva.- Dama sonrió
-callate y camina.- sin soltar la mano de Dama fuimos al patio de atrás donde estaban la novia de mi papá, Emi, y una tía,esa tía que critica todo lo que puede
Emi vino corriendo hasta mi y me abrazo fuerte, abrazo que le devolví del mismo modo
-Hola, yo soy Emilio.- se presentó Emi con mi novia
-ella es Dama, mi novia.- la presente
Después de que Emi nos dejé solos presente a Dama con los que faltaban, mi tía escaneo a Dama más de dos veces y en todas frenó sus ojos en los tatuajes que apenas se dejaban ver
Penny se adelantó y se la llevo para conocerla mejor y hablar, a ellas se les sumó mi prima, Romina, que intentaba integrar a Dama en la conversación
A la hora de comer ella se ofreció a ayudar a poner la mesa y servir la comida, pero mi papá y Penny se negaron acotando que es la invitada
Después de que Dama se niegue tanto a quedarse sentada aceptaron su ayuda y por fin pudimos comer
-¿qué te sirvo, Mateo?- me pregunto mi novia poniéndose de pie para alcanzar el asado mientras agarraba mi plato
-servite vos que ahora me sirvo yo.
-¿seguro?- asentí y ella volvió a dejar mi plato en su lugar
Se sirvió comida y apenas se sentó, me serví yo
La comida paso entre charlas y risas, más charlas y risas que de costumbre, normalmente comemos en silencio y hacemos sobre mesa mientras nos reímos de cualquier cosa
Pero esta vez mi papá y Penny se encargaron de preguntarle cosas a Dama Mientras comíamos
-¿un fernet, Dama?- pregunto Penny
- no gracias, tengo que manejar.- respondió tomando gaseosa de su vaso - ahora que me acuerdo ¿no tuvo más problemas con su auto?
- por el momento no, pero apenas necesite un mecánico ¿puedo llamarte?
-sin ningún problema, don, cuando lo necesite me manda un mensajito y vengo a revisarle el auto.- antes de que mi papá responda, mi tía hablo llamando la atención de la morocha
