02| Gone with the wind

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gone with the wind

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gone with the wind

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📍23 de agosto de 1993

ENTRABA AIRE FRÍO por la ventana rota. Andromeda subió la falda y pateó el resto del cristal roto, dando gracias porque sus botas tuviesen unas suelas gruesas. Cuando el cristal desapareció, agachó la cabeza y saltó fuera por el enorme agujero del marco, aterrizando con un fuerte impacto sobre el sendero de piedra situado debajo. A primera vista el sendero parecía vacío. No había farolas a lo largo del canal; la iluminación principal provenía de las ventanas de las casas cercanas.

—Regulus. —Addie pudo percibir la alarma en su propia voz—. Algo no va bien.

—¿De verdad?— respondió con un tono sarcástico.

Regulus oyó puertas que se abrían de golpe y pies que corrían.  Asomó la cara hacia afuera mientras pares de botas pasaban a toda velocidad por el exterior.

—Quiero que vuelvas dentro de la casa Addie.

—¡No quiero que vayas a fuera solo! —Addie alzó la voz, indignada—. Llévame contigo.

—Yo soy el mayor. Se hará lo que yo diga. —El tono de Regulus era tranquilo, aunque solo era mayor por segundos—. Si te quedaras dentro, mejor. Sería demasiado fácil que quedásemos separados ahí fuera. No voy a correr ese riesgo, Addie. —Dirigió la mirada a ella—. ¿Lo comprendes?

—Me dedicaré a asegurar la casa.

—Gracias.

Regulus estaba ya a medio camino de la puerta; volvió la cabeza y miró a Addie. Ella cruzó la mirada con su hermano durante una fracción de segundo. Luego él desapareció.

La muchacha bajó la mirada. Le sangraba la muñeca. No recordaba haberse herido pero la sangre ya había manchado la manga de su camiseta.

Addie subió a su cuarto en busca del botiquín de primeros auxilios. Una vez en su habitación, revolvió sus cosas en busca de él; puso alcohol en la herida y rápidamente la vendó. Suspiró sentándose en la cama seguida de Darth, ella le acaricó la cabeza despacio y el gato se acurrucó en las piernas de Addie. Luego de un rato lo levantó en brazos para recostarlo en la pequeña cama del felino, salió de la habitación y cerró la puerta tras ella.

Había descendido ya la mitad de la escalera, con la varita en mano, cuando percibió algo que no estaba en orden dentro de la casa. Tenía la misma sensación que cuando venía de vuelta a casa en él callejón. Un ruido profundo hizo que se pusiera alerta.

Sintió un nudo en el estómago.

—¡Reg! —gritó, girando en un círculo—. ¡Regulus! ¿Dónde estás?

𝐄𝐍𝐃 𝐆𝐀𝐌𝐄 ─── 𝘏𝘢𝘳𝘳𝘺 𝘗𝘰𝘵𝘵𝘦𝘳 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora