El humano de la Vampira

Capítulo XIX: Venus

El lazo que nos une es aún más fuerte de lo que lo habia imaginado alguna vez, la primera marca, aquella no consumada, se sentía increíblemente bien, se sentía correcto, propio, hermoso y puro. La de ahora, la que consumamos en nuestro mayor acto de entrega física y mental se siente infinitamente mejor. Ahora la siento en mi ser, en lo más profundo de mi alma, si es que tengo alguna. No solo es mi mente, es la unión con la de mi compañero, es su pasado y el mismo forjando un nosotros, una única unidad. Ver en ese momento tan íntimo el dolor, la pérdida, la sangre derramada por aquellos que comparten la especie con mi madre y conmigo es el dolor más grande que se puede imaginar. La ira recorre nuestra mente constantemente, su ira cambio de rumbo cuando lo marque, ya no es solo el odio a nuestra especie, sino a aquellos que abusan gravemente de su poder, tal como aquellos que asedian su tierra.

Mi compañero decidió dar un recorrido por la casa, charlar con mi madre en su camino, mientras yo debo ocuparme de los documentos que Guillermo me trajo hace unos días. Si bien solicite a mi compañero que me acompañe y él aceptó tan felizmente a pasar un rato más juntos, se opacó rápidamente al ver la firma en los documentos. Se fue con una velocidad inhumana de la oficina, y apuesto a que no se dio cuenta de eso. Su inesperada salida me causo tanta gracia que no podía dejar de reir mentalmente y físicamente, lo que ocasionó que intentara cerrar nuestras recién formadas barreras, cosa que no logró, ya que somos unos inexpertos en ese tema.

Los documentos, tal como esperaba, mostraban su total apoyo a nuestra guerra, poniendo en manifiesto y proporcionandonos su ejército, dándonos su total disposición.  Redacte una carta a los miembros del consejo para demostrar mi interes para tomar el dominio del aquelarre sudafricano. Firmo la carta y rebusco entre los cajones un sobre para hacer oficial la entrega, cuando de la nada algo quema mi mano. Unos de los sobres que residen allí realizo una descarga electrica a través de mi sistema.

Lo tomé en mis manos y lo vi, aquel sobre imposible de abrir, aquel que tendría la información necesaria para cuando fuera el momento adecuado. Como tantas veces en el pasado, intenté abrir ese sobre, y para mi sorpresa, este se abrió sin problema. Un sudor frio recorre mi organismo, los nervios se hacen mas fuertes cuando intento desesperadamente desdoblar la carta color negro.

Intentando leer la primera línea escucho la puerta abrirse de par en par, los inquisitivos ojos de mi compañero escrutan el lugar buscando la razón de mi nerviosismo, mientras que mi madre no puede apartar sus ojos rubí de mis manos.

-La carta de los Lightsouls, se ha abierto- su voz es un susurros, un silbido entre sus colmillos

-Los ¿qué?- pregunta mi compañero levantando una ceja, viendo el papel en mi mano

-Hace años-comienzo- unos seres desconocidos visitaron nuestra manada, dejaron este sobre, diciendo que lo podría abrir a una edad determinada, aunque no había podido hacerlo hasta hoy, justo después de marcarte mi amado. Aun no puedo saber que dice, los nervios te alertaron

-Entonces, ¿que dice?- pregunta Nicholas

Termino de abrir el sobre, y no hay mas que una frase escrita en perfecta caligrafia dorada, haciendo un impactante contraste con el oscuro papel.

“El pasado vuelve a repetirse,
El destino es cíclico,
Todos somos hijos del pasado”

Miro a mi amado y lo llamo, mostrándole lo que dice, pidiendo que lo lea en voz alta, no puedo emitir sonido alguno, mi mente intenta descifrar lo que se intenta decir
. - “El pasado vuelve a repetirse,
       Los dioses han decidido.
        Donde la muerte ha sido protagonista,
        ésta volverá a reinar”

Lo miro a los ojos asustada, él me observa desconcertado.

-Eso no es lo que yo leo Nick, eso no es lo que dice. Lo que yo leo es esto “El pasado vuelve a repetirse, El destino es cíclico,Todos somos hijos del pasado” , leemos cosas diferentes mi amor, ¿Por qué?

-Porque asi lo han decidido, ambos deben encontrar el significado.-mi madre se ve seria, se que ella ha entendido al menos una de nuestras lecturas.

El mensaje de muerte no hace más que instalar en mí un sentimiento de desasosiego, un sentimiento de pérdida enorme, no se quien será el que muera, aunque en una guerra la muerte está a la orden del día, pero aun así no quiero perder a nadie. Cada uno de los miembros de mi manada es parte de mi familia, con cada uno de ellos he vivido momentos inolvidables, cada uno de ellos es una parte imprescindible de esta gran familia.

-Cariño, ven, no continues con ese tren de pensamiento, vamos a caminar, con la mente en blanco vamos a poder pensar mejor.

Dejamos el estudio con un aire lúgubre, un enunciado de muerte que rodea nuestra vida, y una guerra en puerta que nos hará perder a alguien que valoramos con toda nuestra existencia.
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Holis... aquí su escritora desaparecida para regalarles un nuevo capítulo cortito.
Cosas grandes se vienen pronto.
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