7 chicos huérfanos por culpa de los lobos y los vampiros; serán transferidos a otra escuela por mal comportamiento, donde en esta tendrían que convivir con sus peores pesadillas.
B1: ¿Son humanos? Pero papá, ¿cómo permitiste la entrada de seres mortales a la escuela? ¿Te has vuelto loco?-dijo desesperado.
B2: Más respeto jovencito-dijo parándose bruscamente de la silla y dando un fuerte golpe en el escritorio. Esos humanos están aquí porque la gran señora los aceptó. El director de su escuela dio una gran recompensa para que se largaran de allí; y tú a primera hora mañana estarás frente a sus habitaciones para que los guíes y les enseñes todas las intalaciones de la escuela. ¿Te quedó claro?-dijo sentándose nuevamente en la silla.
B1: Sí padre. Me tengo que ir, tengo mucho que estudiar-dijo tomando la carpeta que estaba encima del escritorio. Nos vemos.
Pov.Brianna
La verdad no estaban nada mal las habitaciones; eran bien espaciosas, las camas eran tan suaves como la espuma, incluso teníamos una enorme televisión y hasta un baño para nosotras solas. Fue toda una sorpresa que no esperábamos, dadas a las características aterradoras que percibimos de la escuela. Durante la noche escuché el aullido de un lobo; parecía como si estuviera triste por algún motivo. No podía dejar de observar el brazalete que encontré mientras escuchaba esos aullidos.
Brianna: Ojalá pueda encontrar a tu dueño.
...Al otro día...
Alejandra: ¿Te demoras mucho? Hay un chico aquí fuera esperando por nosotras.
Brianna: Enseguida salgo-dijo secándome la cara rápidamente.
Al salir me encontré con guapo muchacho de ojos azules penetrantes en la entrada.
Brianna: ¿Y él para qué está aquí?-dije cambiando mi vista hasta las chicas que estaban paradas frente a mí.
Andrea: Ese chico vino para enseñarnos la escuela y sus alrededores.
B1: Siento interrumpirlas chicas, pero si están listas por qué no comenzamos con el recorrido.
Todas: okey.
A la salida nos encontramos con los chicos; estaban felices imitando un baile, bueno, creo que era un baile.
Rafael: Vaya las Bellas Durmientes al fin se despertaron-dijo burlonamente.
Brianna: Es que estábamos esperando al Príncipe Encantador para que nos despertara-dije también burlonamente.
B1: Bueno comencemos con...
Brianna: Un segundo, antes de comenzar por qué no nos dices tu nombre.
B1: ¡Bien! Mi nombre es Abraham González; soy el chico más inteligente de este lugar, así que me enviaron a que los guiara por las instalaciones de la escuela.
Ana: Pues mucho gusto. Mi nombre es Ana Pérez-dijo extendiendo su mano.
Abraham: El placer es mío-dijo inclinándose para tomarle su mano.
Ana: ¡Ay Dios!-dijo y todos reímos.
Brianna: Bueno nos presentamos, yo soy Brianna Hernández, pero ellos me dicen Bri.
Alejandra: Hola mi nombre es Alejandra Díaz, pero me dicen Ale.
Andrea: Soy Andrea Shadow.
Samuel: ¡Hey bro! Mi nombre es Samuel Navarro pero mi hermanita-dijo abrazando a Brianna, me llama Samu.
Rafael: Mi nombre es Rafael Jiménez y algunos me dicen Rafa.
Ramiro: El mío es Ramiro Herrera y es un gusto conocerte.
Abraham: El gusto es mío y ya que nos conocemos, empecemos.
...Un rato más tarde...
Nos pasamos la mañana de un lado a otro. Nos enseñó el salón donde estudiaremos, los laboratorios, la enorme biblioteca, el patio trasero, el gimnasio de deportes. Seguimos de recorrido hasta terminar en la cafetería para tener nuestro almuerzo y a la vez descansar un poco.
Al adentramos en la cafetería, había una gran cantidad de personas. Era la primera vez desde que llegamos que veíamos tan activa la escuela. En fin, Abraham nos consiguió una mesa para los ocho.
Abraham: Chicos los alimentos se escogen en aquella barra-dijo señalando una barra cercana a nosotros. Yo iré primero, no tardo-dijo parándose de la mesa.
Como dijo, no tardó absolutamente nada; en menos de cinco minutos ya estaba otra vez en la mesa.
Samuel: ¿Eso es lo que vas a almorzar?-dijo señalando una pequeña caja roja de jugo.
Abraham: Pues sí, con esto me alcanza para la tarde entera-dijo con media sonrisa. ¡Vayan! Busquen su almuerzo.
Brianna: ¿Okey?-dije con dudas.
En la barra había gran variedad de alimentos.
Señor: Bella señorita, ¿qué desea para almorzar?
Brianna: Quiero un especial de arroz frito.
Señor: Entendido. En un instante tendrá su pedido.
Me quedé parada en el mismo lugar esperando, hasta que repentinamente alguien me empuja y caigo al suelo.
Brianna: ¿Es qué no ves por dónde caminas?
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