1. Touch ✔️

5.

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⭐⭐⭐

Pasaron cinco noches, cada una de las cuales terminó con Tom y Alexandra sentados frente a la chimenea. Algunas noches hablaban, otras no.

— "¿Qué has estado haciendo con Riddle?" — le preguntó Parkinson a Alexandra una mañana. Alexandra ignoró su pregunta y se dirigió al lavabo para prepararse para la clase. — "No me ignores, Rivers".

— "Es River. En singular", — corrigió Alexandra. 

Se saltó el desayuno para evitar a Parkinson por más tiempo y en su lugar fue a su clase de Adivinación temprano.

— "Ah, señorita River. He estado esperando su llegada", —afirmó el profesor, sin apartar la vista de la bola de cristal que tenía delante. Alexandra juró que podía ver a Harry en la imagen que se reflejaba en ella.—  "Estoy seguro de que el profesor Dumbledore ya ha expresado su preocupación por el tiempo que ha pasado aquí".

— "¿Lo sabes?" — preguntó Alexandra. 

Sin embargo, el profesor no apartó la mirada de la bola de cristal.

—"Por supuesto. Está en tu profecía, querida".

De repente, la mente de Alexandra volvió a su lugar de origen, recordando las clases de adivinación a las que asistía cada martes y jueves. 

La profesora Trelawney la había emparejado con Draco Malfoy durante el año, y los dos se habían unido sorprendentemente por su falta de conocimientos adquiridos en esa clase.

Draco había conocido a Alexandra y a sus padres antes de que fallecieran. 

Sus familias habían estado muy unidas antes de que Alexandra fuera colocada en Gryffindor, pero luego se distanciaron rápidamente. 

A Draco le habían enseñado a aborrecer a Alexandra y a sus amigos, mientras que Alexandra se había enseñado a sí misma a lidiar con ello. 

No fue hasta que se reunieron en esas clases que empezaron a llevarse bien una vez más.

— "¿Qué pasa si fracaso?"— preguntó Alexandra, preguntándose qué pasaría si decidía abandonar y volver a casa ahora mismo.

— "Sé que estás deseando volver a tu época, pero las repercusiones serán perjudiciales. Ven", — afirmó el profesor, indicando a Alexandra que se acercara a su mesa. — "Compruébalo tú misma".

Alexandra hizo exactamente eso, colocando sus manos alrededor del cristal. El profesor colocó sus manos sobre las de Alexandra y, de repente, ésta se sintió en un mundo diferente.

Vio imágenes de Hermione tendida en el suelo, gritando mientras la sangre le caía por el brazo. 

Vio a Fred tendido en el suelo con escombros a su alrededor, y una luz verde que se acercaba a Harry antes de que él también cayera inerte en el suelo. 

Vio a una serpiente atacando al profesor Snape, a Dumbledore cayendo de la Torre de Astronomía y a Draco llorando solo en su habitación mientras miraba la Marca Tenebrosa recién hecha en su brazo.

Abrumada por las imágenes que pasaban por su mente, Alexandra soltó la bola de cristal. Con cuidado, el profesor se la llevó y la colocó en un estuche seguro debajo de su escritorio, como si no hubiera pasado nada.

Los alumnos empezaron a entrar en el aula y pasaron por delante de Alexandra, que se quedó quieta en su sitio. 

En lugar de sentarse, salió corriendo del aula.

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