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•𝙼 𝙰 𝚁 𝙸 𝙽 𝙴 𝚃 𝚃 𝙴•

Sábado
04 de Enero del 2020
New York.

Era sábado por la tarde y según por lo que nos habían dicho a mí y a las chicas, un grupo de gente importante vendría hoy a cerrar algún tipo de contrato con el jefe, ya podría hacerme una idea de que tipo de contrato era el que se llevaría a cabo.

El día había amanecido helado, apenas y yo podía soportar el frío que hacía en la ciudad, me levanté de la cama cuando sentí esa humedad reconocida entre mis piernas. Esa humedad que me hace recordar que soy mujer y que en parte me hacía odiar mi cuerpo por haber tenido que nacer así.


Me sentía terriblemente mal y el cuerpo me dolía como nunca por la pesada noche que había tenido ayer, al verme obligada a redoblar mis esfuerzos y tener que atender más personas de las que normalmente lo hacía solo porqué todo el lugar estaba abarrotado de malditos hombres empresarios con dinero suficiente como para hacer lo que se le viniera en gana.

Mi posición no era la peor, debajo de mí estaban las chicas de bajo calibre que atendían más personas al día, agradecía haber sido una VIP desde el momento en que llegue a este lugar o por lo menos así lo veía yo, a las de nuestra categoría se nos trataba mejor y no cualquiera podía acceder a nosotras por lo que eran una menor cantidad a los que tenía que servir, no como aquellas pobres chicas que también habían terminado en la misma condición que yo pero que estaban disponible para todo público y por ende tenían que aguantar de todo.

Era jodido.

Este mundo también lo estaba y eso era una mierda.

Salí corriendo hacia el baño del dormitorio cuando me sentí mucho peor, rápidamente me encerré en el espacio y me deshice de mis pantalones de pijama, sí, estaba con la puta regla, aún así eso no era una excusa de la que podía colgarme para tener un día de descanso.

Por suerte mi ropa interior seguía limpia por lo que solo tuve que colocar una toalla higiénica grande y tomar una pastilla que se guardaba en el gabinete del baño para aliviar los cólicos y ya estaba lista para salir y quizás seguir durmiendo mientras pidiera.

—Marinette sal de ahí, necesito ir al baño.- Chloe, que identifiqué por el tono de su voz, golpeó un par de veces más la puerta hasta que se detuvo.

—Ya voy.- Dije abriendo la puerta, encontrando a la rubia con un semblante serio en el rostro mientras miraba en dirección hacia la puerta principal de la habitación.

Lo de dormir por mucho más tiempo ya no sería así, la "Matriarca", como era que se hacía llamar la mujer que se encargaba de manejarnos y darnos las órdenes del jefe entró al cuarto con un par de mujeres que venían detrás de ellas.

Una aún parecía una niña que no dejaba de llorar y no era para menos, yo cuando estuve en su lugar estaba peor y me sentía peor, la palabra traicionada era una palabra que se adapta a mi en ese traumático día de mi vida.

—Niñas, démosle la bienvenida a Sophia y a la pequeña Olivia que se unirán a nosotras a partir de hoy.- A la que supe identificar bajo el nombre de Sophia que era una rubia de ojos verdes la obligó a caminar hacia nosotras, y a Olivia , quien era la más pequeña de las dos la dejó cerca de Chloe.—Estas son tus compañeras, así que luego se ponen de acuerdo para ver dónde van a dormir ustedes dos.- Las señaló.

•||+𝟏𝟖 ᴀᴅʀɪɴᴇᴛᴛᴇ ||• BLOOD & TEARS: Ties.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora