𝑪𝒖𝒕𝒆 𝑺𝒂𝒗𝒂𝒈𝒆 / ⊱𝑴𝒊𝒄𝒉𝒂𝒆𝒏𝒈⊰

𝟐𝟗

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De un lujoso auto bajó un omega vestido como si fuera a ir a una pasarela. 

Llegó hasta la entrada de la escuela y el guardia que estaba allí, lo reconoció y no necesito preguntarle a qué iba.

Caminó largos pasos, hasta llegar a la cancha de fútbol, vio a todos los estudiantes recién graduados disfrutando de sus comida.

— ¡Mina!

La recién llamada se volteó con confusión y luego rió despacio al ver a la persona que lo llamó.

— ¡Jiminie!

Se levantó de su silla y corrió a abrazar al omega.

Todos los presenten se voltearon a ver al chico y comenzaron cuchichear mientras algunas chicas sacaban sus teléfonos para tomarle fotos.

— Sorry por no haber venido antes. Es que un fotógrafo mamon se le derribó la cámara y tuvieron que traer otra. — habló sacándose los lentes.

— ¿Estabas en una sección de fotos? — el omega asintió. — Ya veo, no hay problema.

— ¡Oppa!

Una omega castaña llegó corriendo y se lanzó a los brazos de su hermano. Jimin le acarició la cabeza mientras le correspondía el abrazo.

— Regresemos a comer. 

Chaeyoung quería sentarse al lado de su novia pero no podía debido a que todas las sillas de su mesa estaban ocupadas. Entonces habían botado a uno de ellos.

No de mala manera, solo le dijeron que la omega quería sentarse al lado de su alfa y éste aceptó ir a otra mesa. La castaña desbordaba tanta ternura que los amigos de Mina la aceptaron al toque.

— ¡Oh por Dios, Son Jimin!

Somi se apareció y miró al omega con asombro y un ligero brillo en sus ojos.

— Hola. — carraspeó un poquito al recordar a esa omega.

— ¡Atención, atención! — habló el director por un micrófono. — En unos minutos nos dirigiremos al salón donde se dará la fiesta, así que alístense y nos vemos allá.

Todos gritaron con emoción y euforia, y se apuraron en comer para ir a alistarse e ir a la fiesta de graduación.

Sería un largo día.

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La música resonaba por el inmenso salón, los invitados y dueños de la fiesta andaban en cualquier parte, vestidos elegantemente. 

Algunos comían, otros bailaban, pero todos se divertían.

— ¡Que viva la fiesta! — gritó un chico tan alto que se escuchó por todo el salón.

Todos gritaban y cantaban a la vez, el lugar estaba con las luces apagadas, pero el disco de colores alumbraba el salón.

— HE USED TO SING ME SWEET MELODIES, HE PLAYED ME, MADE ME BELIEVE IT WAS REAL LOVE! 

Cantaban a todo pulmón, definitivamente eran de las mejores fiestas que habían tenido. Estaban todos juntos como amigos, celebrando un día muy especial para ellos, comiendo gran cantidad de comida, y acompañados de sus familiares junto a sus música favorita.

— Unnie. — llamó la castaña luego de levantarse de su asiento e ir a donde la alfa.

— ¿Si? — la pelinegra dejó de conversar un rato con sus amigos para prestar atención a su linda novia.