Un chico de pelo blanco con traje de aventurero estaba en medio de una cueva, ya que parecía estar escapando de lo que parecía ser una criatura del calabozo, ya parecía que no sobreviviría al ataque de esa criatura, como si la suerte se le hubiera acabado, llego a lo que parecía ser una pared del calabozo y lo que vio lo asusto mucho.
Un minotauro se acercaba a matarlo, no sabía que hacer, parecía estar perdido, ya que no esperaba ver un minotauro estuviera en esos pisos, se acercaba a lo peor, de no ser porque un ataque llego de improvisto y vio lo que parecía ser una hermosa mujer rubia de ojos dorados, básicamente quedo embobado por su belleza.
Chica: ¿te encuentras bien?
Chico: ¿Quién eres?
Chica: yo soy...
En eso un ruido que parecía ser la alarma de un despertador hizo que el chico volviera a la realidad, ya que se había levantado de golpe y caído de la cama donde él dormía.
Chico: cielos, que sueño más extraño, pero al mismo tiempo me enamore de esa hermosa chica rubia, creo que la llamare mi anhelo dorado.
¿????: Bell, si estas despierto, baja inmediatamente.
Bell: voy mama.
Bell se puso lo que era un uniforme escolar con el emblema del instituto escolar donde asistiría, bajo y vio a su madre que ya había preparado el desayuno para todos, su madre y su tía eran gemelas de cabello blanco plateado, pieles claras y con heterocromía, ya que las dos tenían dos ojos de diferente color, pero no dejaban de ser gemelas desde que nacieron, sus nombres eran Meteria y Alfia, ambas con ropas normales, una camisa negra de parte de Alfia y una de color blanco de parte de Alfia.
Alfia: ¿parece que hoy será tu primer día en la escuela de Orario?
Meteria: solo espero que no llegues tarde a tu primer día.
Bell: no se preocupen, llegare pronto antes de que empiece el año escolar.
Meteria: eso espero hijo.
Bell: a propósito ¿Dónde está papa?
Meteria: lo llamaron del trabajo y salió pronto antes de que tu despertaras, vendrá más tarde.
Alfia: no por nada forma parte del consejo de la ciudad, si fuera un canciller, te llevaría a cualquier parte de vacaciones.
Bell: que bueno sería eso, pero siento que me alejaría de lo que realmente corresponde a ser un miembro del consejo de la ciudad, ya que antes era un ministro de relaciones públicas.
Meteria: Bell, si sigues con esta platica, llegaras tarde a tu primer día.
Alfia: y no olvides que trabajas en la biblioteca de la ciudad, así tendrás un sueldo fijo para poder pagar aparte tus gastos escolares.
Bell: bueno, gracias por el desayuno, las quiero.
Meteria: adiós Bell, cuídate mucho.
Alfia: y cuando regreses nos cuentas como te fue en tu primer día.
Bell salió de su casa que parecía ser igual de humilde como cualquier otra casa que se encontrara a su alrededor, a lo lejos vio una gran torre que parecía no tener fin, era la torre más alta de la ciudad y varias edificaciones a su alrededor, le hacían creer que era una ciudad que parecía tener más de la cuenta.
La ciudad de Nueva Orario, una ciudad como cualquier otra, un tanto diferente pero como toda ciudad, con gente yendo a sus trabajos y jóvenes llegando a sus nuevos destinos, pero lo que él quería era llegar a la que sería su primer día en el Instituto Nueva Orario.
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La vida escolar de Bell Cranel
RandomBell despierta en un día como cualquier otro, para darse cuenta de que va a empezar el nuevo año escolar, todo parecía como un día normal hasta que conoce a la hija de un importante hombre millonario de la ciudad, este mismo queda flechado al ver la...