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Capítulo 63

El hábito de dormir de Song Luan parecía haber mejorado. Al día siguiente, cuando se despertó, descubrió que todo su cuerpo estaba envuelto alrededor de él.

Zhao Nanyu todavía no estaba despierto, por lo que suavemente retiró sus piernas y pies, retirándose lentamente de sus brazos.

Los ojos de Song Luan se enfocaron en el hombre frente a ella. El rabillo de sus ojos tenía un tinte azul y negro, como si no hubiera dormido bien en mucho tiempo. Ella estiró los dedos y acarició sus cejas y ojos, y gradualmente cayó sobre sus delgados labios.

Sus pestañas son largas y rizadas, su nariz, ojos y boca son delicados. Su rostro es una especie de pálido morboso.

Su cuello estaba ligeramente abierto y su clavícula se veía visiblemente.

Todavía estaba oscuro fuera de la ventana, y solo se podía ver una luz tenue en la distancia.

Song Luan estaba a punto de retirar su mano, cuando el hombre de repente abrió los ojos y le sujetó los dedos. Sus ojos apagados se aclararon gradualmente y su voz profunda y magnética fluyó hacia sus oídos. "¿Por qué te levantaste tan temprano? ¿Tuviste una pesadilla?

Song Luan retiró los dedos, lo miró y negó con la cabeza, "No".

Zhao Nanyu se levantó. Aunque la habitación estaba a oscuras, no encendió la luz. Después de ponerse la ropa, se volvió hacia ella y le dijo: "Aún es temprano. Puedes dormir más ".

Los ojos de Song Luan no se apartaron de él. Estaba mucho más delgado que antes y su ropa larga parecía un poco vacía en su cuerpo. Mirando su espalda, de repente dijo: "¿Vas a la corte?"

"Aún no." Zhao Nanyu le explicó en voz baja: "Pero volveré poco después de salir a trabajar".

Song Luan se levantó lentamente de la cama. Se lamió la boca y le explicó a Zhao Nanyu: "Tengo hambre. Me levantaré y desayunaré antes de irme a dormir. "

Zhao Nanyu presionó su hombro. "Está bien, les diré a las sirvientas que preparen el desayuno".

Song Luan miró hacia abajo y su largo cabello negro cubría la mitad de su rostro. No pudo ver la expresión de su rostro.

Cuando se vistió y se lavó, el sol ya brillaba.

Zhao Nanyu le llenó un cuenco de gachas de mijo y se lo acercó, "Pruébalo".

Song Luan tomó un sorbo y casi tiró la comida. Sus cejas se arrugaron con fuerza, mientras decía: "Sabe tan mal".

Es muy salado y olía a quemado.

Los ojos de Zhao Nanyu se oscurecieron y tomó la papilla de mijo en su mano a su lado, "Entonces no comas esto".

La abuela Lin tosió dos veces, pero no pudo decir nada cuando el joven maestro estaba aquí. El joven maestro fue personalmente a la cocina esta mañana. No sabía si fue por capricho.

Su primera vez que cocinaba gachas no fue buena.

Naturalmente, Song Luan no lo sabía.

Zhao Nanyu no tenía apetito en estos días. Al ver que solo había comido un poquito, dejó los palillos.

Se suponía que Song Luan debía fingir que no veía nada. Sin embargo, era demasiado bondadosa y no pudo resistirse a decir: "Come más".

Su cuerpo se estaba volviendo más delgado. Parecía tan desconocido y extraño que la angustió.

Después de que Zhao Nanyu la escuchó, se comió un tazón extra de arroz.

***

Más tarde, la anciana Zhao envió a dos sirvientas que estaban cerca de ella. Las dos chicas eran muy jóvenes, de unos 15 o 16 años, una edad perfecta para casarse.