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Capítulo 66

Song Luan estaba sentado junto a la cama, pero Zhao Nanyu la ignoró y solo continuó practicando su caligrafía con calma.

Incluso si Song Luan quisiera pelear con él, podría detenerla con solo tres o dos palabras. Mientras ella no le presionara los botones, él no se enojaría y simplemente la vería actuar de manera traviesa como una tonta.

Hace unos días, Zhao Nanyu la cuidó incluso cuando la situación en la capital era incierta. Ahora que la situación general estaba resuelta, ya había obtenido el poder que quería. ¿Cómo podía dejarla ir? La cantidad de personas que vigilaban en la oscuridad tampoco había disminuido.

Song Luan se quitó los zapatos y los calcetines y se metió en la colcha. Después de dormir un rato, sintió tanto calor que estiró los pies descalzos fuera de la cama.

Zhao Nanyu sabía que ella no podía dormir, así que ya no escribió ni leyó ninguna palabra. Se acercó a la cama y se quitó la ropa. Song Luan todavía estaba enojado con él. Después de pensarlo, ¿qué debería hacer con este pequeño pervertido?

Ella se dio la vuelta en silencio y lo enfrentó. Sus ojos brillantes lo miraban expectantes.

Antes de que pudiera hacer un sonido, Zhao Nanyu ya había abierto la boca y dijo: "Enviaré a alguien para que te lleve de regreso mañana al mediodía y volverás por la noche".

Las palabras de Song Luan fueron forzadas a su garganta. Suavizó su voz y esbozó una sonrisa muy dulce en su rostro. "¿Cómo puede ser esto suficiente? Puedes darme dos días más. No es que no vuelva ".

Zhao Nanyu abrazó sus hombros y presionó su pequeña cabeza entre sus brazos. Cerró los ojos, apretó los labios y dijo: "Entonces no puedes ir".

Song Luan se tragó su enojo y forzó una sonrisa, "Eres mi magnánimo esposo".

Zhao Nanyu se rió y dijo: "Está bien, te enviaré por la mañana. ¿No es mucho tiempo? Será suficiente."

"Estoy tan enojado que no puedo tener sentido contigo".

Es inútil razonar con él.

Es extraño que Zhao Nanyu siempre pueda adivinar lo que está pensando. Ella arqueó los brazos, pero el hombre detrás de ella la apartó tan pronto como cubrió la colcha.

Esa noche, en el largo sueño de Song Luan, había una mujer a la que nunca había visto antes. Llevaba su familiar vestido rojo brillante y su cabello estaba decorado con adornos florales.

Ella era hermosa y exquisita.

Estaba de pie en la torre con el pelo recogido en alto. El viento frío agitó su vestido. La expresión de su rostro parecía muy triste. No, no solo era triste, sino una especie de desesperación.

La sonrisa desesperada en sus labios parecía mostrar que no tenía ningún apego a este mundo.

Sus manos estaban fuertemente atadas detrás de ella, rodeadas por un círculo de soldados con armadura, sus afilados cuchillos hacia ella. Es como si un solo movimiento de ella disparara las diez mil espadas frente a ella para perforar su corazón.

Con el sonido de 'zhu', una flecha afilada pasó por la oreja de Song Luan, y la mujer en la torre recibió un disparo directo. La persona que disparó la flecha fue muy hábil porque atravesó precisamente el centro de su corazón.

Song Luan no pudo decir si era un sueño o no, pero casi podía escuchar el sonido de la flecha cortando la tela.

La flecha parecía haber sido disparada en su corazón. Su pecho se llenó de repente de un dolor severo. Entre estar despierta y dormida, vio al joven taoísta que había conocido una vez. Su rostro inexpresivo le susurró débilmente al oído: "¿Viste eso? Ese eres tu."