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Capítulo 90

Song Luan durmió hasta que oscureció antes de despertarse perezosamente. Su rostro era sonrosado y brillante. Su vista recorrió la habitación dos veces. Resultó que todavía estaba en el estudio de Zhao Nanyu.

Todavía recordaba que escuchó la discusión de su esposo e hijo cuando se quedó dormida. La luz del sol, que era suave y cálida, caía sobre su rostro. Inconscientemente había bajado la guardia y se había quedado dormida.

Zhao Nanyu se había quitado la ropa.

Antes de prepararse para salir descalza nuevamente, primero se vistió lentamente.

Pensando en el consejo de Zhao Nanyu, se puso de pie en silencio y se puso los zapatos antes de salir.

La vela se apagó y el hombre estaba sentado debajo de la lámpara con un contorno delicado de la mandíbula. La tenue luz de las velas salpicaba su hombro mientras miraba hacia abajo con seriedad.

Song Luan se acercó y preguntó: "¿Dónde están los niños? "

Zhao Nanyu levantó la cabeza. Sus ojos oscuros estaban cubiertos de una luz intensa y su voz era un poco fría. "La abuela Lin se los llevó a los dos".

Song Luan, por un momento, pareció sin palabras.

Zhao Nanyu dejó el bolígrafo en su mano y caminó hacia ella desde detrás del escritorio. Su delgado dedo blanco tocó suavemente su frente y preguntó: "¿Tienes hambre?"

Había estado durmiendo durante una hora, y ya era mucho después de la hora de la cena. Zhao Nanyu no les había pedido a los sirvientes que pusieran comida. Estaba esperando a que ella despertara.

El dedo de Song Luan fue agarrado por él. Parecía que aún no estaba del todo despierta y asintió confundida. "Tengo hambre."

Zhao Nanyu luego les pidió a los sirvientes que trajeran la cena que se preparó temprano. Song Luan comenzó a comer con la cabeza gacha y no le importaba hablar con Zhao Nanyu.

Era como tener hambre durante varios días.

Nadie podría culpar a Song Luan. No comió mucho al mediodía y simplemente se despertó con hambre.

De lo contrario, si no tuviera hambre, nadie sabe cuándo se despertaría de nuevo.

Después de comer dos tazones de arroz, Song Luan dejó los palillos, se humedeció los labios y preguntó: "Todavía quiero comer algunos postres".

"Es difícil comer demasiado por la noche".

Estaba implicando que no lo permitiría.

Song Luan curvó la boca y parecía infeliz.

Zhao Nanyu no parecía de buen corazón.

A Song Luan no le gustaban mucho los dulces, pero hoy solo quería probarlos. No estaba feliz de estar bajo tal control. Miró a Zhao Nanyu con enojo y descubrió que el rostro del hombre era frío e indiferente.

Ella estaba aún más enojada y se levantó.

Zhao levantó la vista y preguntó: "¿A dónde irás?"

Song Luan respondió: "Saldré a caminar para ayudar a la digestión".

Ella rechinó los dientes ante las últimas palabras que dijo.

Zhao Nanyu fingió no ver su rostro. Él sostuvo sus pequeñas manos. "Vamos. Te acompañaré.

El jardín de su nueva residencia era muy elegante. El camino estaba cubierto de guijarros y se plantaron bambúes verdes a ambos lados.