Un día totalmente normal, la ToMan no tenía reunion, así que el rubio teñido quería pasar la tarde con su azabache favorito.
El único problema, es que hacía una calor, esas que te dan ganas de arrancarte el corazón.
— Naoto, creo que me voy a morir. - Dijo Takemicchi. — Y si mejor te bañas. - Propuso Naoto. — Ya. Pero no tengo ropa. - — Yo sí. Tengo unas prendas que son como dos tallas más grandes de las que habitualmente uso. - el azabache camino hacía su ropero y saco una polera y un short — Gracias, amor mío♡~ - Fue donde el y beso su mejillas, tomo las prendas. — De nada. ¿Puedo bañarme contigo? - Takemicchi negó, curvando una sornisa y Naoto hizo un puchero — Por favor, Hina esta con Emma, no llegara hasta la noche...- Volvió a rogar. — Valee, pero sin hacer nada raro, que te conozco. - El menor salto arriba del rubio, estampo sus labios con los del el pandillero.
Fueron al baño, aprovechando que no había nadie en la casa. Se estaban desnudando, entre risas y bochincheos.
El agua caía sobre ellos, mientras que esperaban que cayera agua calientes, besos no faltaron.
— Naoto, ya hablamos. - Dijo Takemicchi para darlo vuelta y hacer que se moje el pelo, puso un poco de shampoo en su mano y empezó a lavar al menor.
Y así pasaron hasta que terminaran de bañarse. Naoto quedo viendo al mayor con una sonrisa curvada.
— Joder, colega, esto si que es una bomba. - Dijo el Tachibana menor con un sus manos en sus caderas y una toalla alrededor de esta. — Naoto, vístete y deja de mirarme así. - Regañó el mayor. — Ya. Dame un beso. - Se acerco y rodeo su cuello con sus brazos, para poder alcázar al mayor y besarlo, este no se negó, correspondió ese beso con ternura.
Los dos chicos fueron hacía la habitación y se empezaron a vestir, entre risas nerviosas por parte de Takemichi y coquetos por parte de Naoto.
El azabache dio pequeñas palmaditas en sus piernas y el mayor no tardo en recostar su cabeza en ellas.
— Naoto, sabes que cuando juntas tus dedos con unos dedos ajenos, pero manteniéndo las palmas separadas, teniendo los dedos del medio hacía abajo, el dedo anular no se puede separar.
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Naoto tomo la mano de Takemichi para corroborar lo antes dicho y efectivamente, no podía separarlo por más de 1 y 2 centímetros, a diferencia de los otros, que podía separarlos sin problema.
— ¿Por qué no se puede? - Pregunto el menor, viendo con intriga al rubio. — Ni idea, pero por la misma razón que no se puede separar, es por la que ahí va el anillo de bodas. - Explicó - Da igual que tanto se peleen, que tantas diferencias tengan, si tu lo sigues amando no hay nada que los separe. - Dijo finalmente. — Amor, eso es hermoso. - Dijo Naoto en un susurro. — algún día nos casaremos y tu de ahí, ya no podrás escapar más. - Bromeo el mayor. — Yo si quiero casarme contigo... - Musito Naoto. — Yo igual.~ - El azabache rio y beso al mayor en la mejilla, este tapo su rostro sonrojado.
Sin duda se amaban más de lo que podían imaginar. Y así pasaron toda la tarde, con besos, caricia y palabras de amor de por medió.
