<3: ¿Honey?

698 87 15
                                    

Las cosas habían cambiado tanto, la vida de Naoto dio un giro de 180 grados. Su padre se entero se la relación con el rubio teñido, no lo soporto, más que no soportar que su hijo sea un "marica" no podía creer que su pequeño hijo estuviera con un chico como ese, "sin futuro" "sin clase" "lleno de problemas". Naoto le rogo, pero de nada funcionó.

— Te amo, hijo mío. Sabes bien que ese muchacho no te hará bien, te lastimara. -

Naoto no le respondió. Este se fue a un internado, para que no se distraiga de sus estudios.

Su ultima noche, la ultima noche en la que fue realmente feliz, fue cuando Takemichi estuvo con el, y le hizo el amor como nunca.

— Nos reencontraremos, te lo prometo, Naoto. Te buscaré, y seremos felices. -

— Por favor, te estaré esperando. -

Naoto se sentía hundido, con el corazón apretado. Los días en el internado eran aburrido, solo tenía unos pocos amigos, tres amigos exactamente, Chifuyu y Baji, quienes eran novios, el amor que se daban hacían que sintiera un deja vú. El otro era Haruchiyo, más conocido como Sanzu, el que siempre lo estaba intentando cortejar, pero Naoto lo rechazaba, su corazón y su cuerpo le pertenece a otro hombre.

Los años pasaban y nada, ningún mensaje, carta o algo de Takemichi, hasta que se entero por su hermana, que el estaba de pareja con un chico rubio, Inui Seishu se llamaba. Su corazón se rompió, lloro, se emborrachó y dejo que ese hombre que tan cansando ya lo tenía, lo tomara. Con lágrimas en los ojos y el corazón hundido en decepción, Naoto follo con Sanzu, y no seria la primera vez, de alguna manera tenía que sacar ese dolor.

Las noches de Naoto se basaban en cojer con Sanzu, y en silencio, lamentarse.

Takemichi rompió cada parte de su corazón, haciendo que el no pudiera amar. Su padre tenía razón, Takemichi lo lastimó, lo mato, lo mato de la peor forma que alguien puede matar a una persona, mintiendo le.

Naoto ya tenía 18 años, y estaba por salir del internado, despidiéndose de todos.

— Adiós, amor. -

— Adios, Sanzu. - Odiaba cuando Haruchiyo intentaba se cariñoso con el.

— ¿Ya te vas, Nao? - Matsuno lo abrazo por detrás.

— Sí, solo me estaba despidiendo de todos estos bastardos, no extrañaré a ninguno. -

— El bastardo eres tú. - Un pelinegro entro a la pieza.

— Ya amor. - Protesto Chifuyu.

— Sí. Yo igual te extrañaré, Baji. - El mencionado rio.

Y finalmente se fue de ese lugar, el cual vivió por casi tres años, pero nunca pudo llamar hogar. Estaba enojado con su padre por mandarlo ahí, con su madre por no detenerlo, con Takemichi por mentirle, pero extrañaba a su hermana.

Tenía dinero afortunadamente, había hecho unos trabajos para nada legales, pero eso le ayudaron a tener mucha moneda en poco tiempo.

La ciudad esta igual, la gente, el ambiente.

— ¡Naoto, hermanito mío! - Un grito se escuchó y Naoto estaba ya en el suelo con su hermana abrazando lo.

— Hina, basta. - Murmuró Naoto adolorido.

Los dos adultos se sentaron en una banca, felices de verse.

— Muy bien, hermana, ponme al corrientes. -

— Bien. Manjiro Sano se caso Draken-kun, son felice los cual se me hizo raro. - Naoto asintió — Se creo una nueva mafia, llamada Bonten, esta mafia esta liderada por Manjiro Sano, su comandante y su vice comandante es... Takemichi. -

Para Naoto eso era algo más que impactante, ¿tanto cambió desde que se fue?

— Takemichi rompió con Inui, quien ahora es esposo de Kokonoi Hajime. - Esto es tan difícil de procesar — Y bueno, yo... yo estoy saliendo con alguien. -

— ¿Que? ¿Quién? -

— E-emma Sano. -

— ¿Sano? ¿Te metiste con una Sano? La traición. - Dijo Naoto ofendido.

— ¡No! Ella es diferente, es linda y tierna, me ama. -

— Dios mío. - dijo sin siquiera poder creerlo — Es el colmo, realmente caíste en los encantos de una Sano, ¿que le viste?-

— Todo, Naoto, Todo. - dijo Hina como si fuera obvio — ¿Sabes? Cuando me entere que Takemichi estaba con Inui Seishu me descontrole. -

— Cuéntame con lujo de detalle. -

< — Eres un desgraciado... - Dijo la femenina, dándole una cachetada al anteriormente rubio, ahora, pelinegro- ¡Mi hermano te amaba! ¡Hijo de perra! ¡por tu culpa lo alejaron de mi lado! ¡Nunca te vuelvas a acercar a mi o mi hermano porqué te mato!  - Hina se fue corriendo, sus lágrimas llenas de rabia por recordar que le quitaron a su hermano. >

— Eres tremenda, hermana, te amo, sin ti me suicido. -

— Ay, yo también. Te amo, hermanito. - Los dos Tachabana se abrazaron — Pero que ni se te ocurra. -

>♡<

Naoto ya estaba en un pequeño departamento, sus padres al parecer querían hablar con el, pero el pelinegro simplemente desvió toda la conversación excusándose de que estaba muy cansado.

Su mente se transportó donde el era feliz con Takemichi, y se preguntó.

— ¿Que será de ti? — Estaba agotado mentalmente, tenía mucho dinero pero no sabía en que gastarlo, y Naoto era del pensamiento de que "dinero guardado, dinero perdido".

Se puso su chaqueta, dispuesto a salir a tomar aire.

Extrañaba a Takemichi, pero no lo buscaría, se había vuelto muy orgulloso y no dejaría que ese chico jugara con el, no se lo permitiría.

Aun que el fondo sabe, que el sigue siendo de Takemichi Hanagaki, aun que lo niege a todo el mundo.

— Sigues tal como te recordaba, tan hermoso... - Es escucho y Naoto se sobresalto.

Miró hacia una banca, justo donde había provenido esa voz, una voz ronca, calmada y escalofriante.

— ¿Quien eres? - Preguntó Naoto sin agachar la cabeza.

— ¿Tan rápido me olvidaste? Que cruel, yo en cada momento pensé en ti, honey. -

¿Honey?

— ¿Takemichi? - Dijo en un Murmuró casi inaudible.

— Naoto... -

El hombre se levanta, quitándose la mascarilla negra, dejando ver esa sonrisa que tanto Naoto extrañaba.

— Yo igual te extrañe, Honey. - Todo era tan confusos para Naoto, que terminó cayendo al suelo, bueno, en los brazos de Takemichi.

>♡<

Pronto subiré la 2da parte chicos<3

 I love you * Naotake !! 💌Donde viven las historias. Descúbrelo ahora