- "Tienen que seguir... Después de todo, la vida de los demás no habrá valido la pena... Ustedes pueden acabar con la desesperación y seguir con esperanza... Tienen que seguir juntos en el futuro." - Con una gran sonrisa, vociferó la chica con fuerz...
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Veía al pobre chico desmayado frente a mí, todos los demás voltearon a mi dirección con sorpresa. Toqué la frente del pobre con mi mano y, realmente, no tenía temperatura alta como tal. Y, a pesar de que lo verifiqué, la pelinegra con vendas y aparente ropa de enfermera se nos acercó, revisando el estado del castaño.
Después de revisarlo, volteó hacia mi con una mirada tímida. —T-Tranquila, su cuerpo no parece haber sufrido ninguna lesión grave, tal vez algún pequeño golpe en la cabeza... pe-pero no hay de que preocuparse... Solo debió ser producto del shock por toda la información.
Ante sus palabras logré calmar un poco mi preocupación por él. "Entiendo, ¡Gracias!" fué lo que le respondí con una sonrisa, y me devolvió la sonrisa de una manera extraña, alejándose un poco.
Luego de nuestra leve conversación, Usami nos entregó unos aparatos llamados ElectroID, donde nos sería útil durante toda la excursión. También me hizo entrega el del castaño y decidí colocarlo en su pantalón sin problemas, ya luego le explicaré todo. La coneja siguió explicando que en nuestro transcurso del tiempo, tendremos que recolectar fragmentos de esperanza que conseguiremos al estrechar lazos con los demás; bastante tierno y amigable el viaje. Nos explicó las reglas principales y simplemente se fué.
—Bien, creo que debemos obviar que es lo que debemos hacer.— Miré al chico de lentes, quien había hablado con autoridad.
—¿Te refieres a explorar la isla?— Preguntó el albino.
—Exactamente, necesitamos información ante todo. Cada uno puede ir por su-...— Fué interrumpido por la pelirroja.
Con sus manos hechas puños los puso en su cintura, acercando su cara al rubio regordete. —También debemos conocernos y llevarnos bien, serán importantes estos "fragmentos de esperanza" si queremos también salir de la isla.— Decretó. Aunque en cierto punto, es verdad, ya que Usami nos dijo que en cuanto todos tengamos todos los fragmentos, el viaje finalizará.
—Pe-Pero... ¿Q-Qué haremos con el chico desmayado?— Y la pelinegra de vendas volvió a hablar, evitando subir su tono de voz.
Todos voltearon a mirarlo, sabía que nadie querría cuidarlo; después de todo, ninguno conoce nada de los demás y el no es la excepción. A pesar de que no era mi obligación, sentía que debía mínimo confiar y cuidarlo hasta que despierte.
—Oigan... Yo puedo encargarme, y si despierta, puedo decirle todo sobre lo que nos dijo Usami e indicarle que hacer.— Dije con una pequeña sonrisa mirando a todos.
—¡Vaya, eso es bastante amable de tu parte!— Me devolvió la sonrisa el albino de abrigo largo.
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