-TOM, VEN AQUI Y DEVUELVEME MI CELULAR.-
-Atrapame si puedes.- Me contesto mi mejor amigo corriendo por todo el parque de diversiones.-
En vacaciones era tradicion venir todo el tiempo al parque que se abria en la costa. Veniamos con todos mis amigos y nunca nos separabamos, pero por culpa del estupido de mi mejor amigo me habia perdido.
Comence a caminar tratando de encontrar a alguien conocido cuando algo me pego en la espalda provocando que me cayera.
-Auch.- Dije tocandome la cabeza.-
-Estas bien? Perdona, no fue mi intencion patear la pelota tan fuerte.-
Levante mi mirada y me encontre con un chico rubio que me miraba apenado. Se agacho y me tendio su mano, y pude observarlo mas de cerca. Sus ojos eran un verde azulado, tan profundos que te perdias en ellos. Tenia una nariz perfecta y unos labios finos que me tenian embobada. Tambien varias pecas adornaban su cara haciendolo ver muy tierno.
Tome su mano y me levante del piso sacudiendo el polvo que llevaba encima.
-Esta bien no pasa nada.- Dije dedicandole una sonrisa.-
-Soy Jack.- Dijo aun sosteniendo mi mano.-
-Karen, un placer.-
-El placer es mio.- Nuestras manos seguian juntas y yo no podia dejar de mirar sus hermosos ojos, al parecer el se dio cuenta ya que rio, yo me puse roja como un tomate y solte su mano.
-Mmm, yo ya me tengo que ir. Adios.- Iba a darme vuelta hasta que recorde que estaba totalmente perdida y sola.-
-Perdida?.- Pregunto Jack.-
-A decir verdad si, perdi a mis amigos. Y digamos que mucho no conozco el parque.- Conteste apenada.-
-Si quieres te puedo ayudar a buscarlos.-
-No no, esta bien. Creo que tus amigos estan esperandote.- Señale a un grupo de chicos que estaban en la playa haciendole señas para que vuelva con la pelota.-
-Ah pero eso lo soluciono ya mismo.- Puso la pelota en el suelo y la pateo fuerte hasta que llego con los chicos de la playa.- Listo, vamos.-
En el camino hablamos de cosas triviales. Me conto que vivio aqui en California toda a su vida, que tenia 18 años y acaba de terminar el instituto. Yo le dije que me habia mudado hace un par de años con mi familia y venia siempre al parque, pero era terrible recordando sitios.
Buscamos a mis amigos como por media hora. Ya estaba anocheciendo y encima no tenia celular.
-Si quieres te acompaño a tu casa.- Me ofrecio mientras nos sentábamos en una banca.-
-No me quiero ir todavia, queria quedarme hasta que cierre, pero sola no lo voy a hacer.-
-Pues yo me quedo contigo.- Me dijo alegre.- Vamos a disfrutar del parque, y seguro tus amigos te encuentran.- Tendio su mano y yo la tome gustosa
Subimos a todas las atracciones, no pude dejar de reirme ni un segundo. Jack era una persona muy divertida y me hacia sentir a gusto.
-En serio estas loco, quien engorda a su pez solo para que explote?.- Le dije riendo, nos habiamos alejado un poco del parque para poder bajar a la playa.-
-Ey no te rias, tenia 8 y queria saber si aguantaba tanta comida.-
-Estas loco.- Dije acecandome al mar haciendo pequeños saltos.- Ven.- Jack se acerco y aproveche la oportunidad para mojarlo, pero sin querer lo moje mas de la cuenta y quedo empapado.-
No podia parar de reir y el solo estaba ahi quieto sin decir nada, hasta que reacciono y supe que iba a matarme, sali corriendo lo mas que pude pero el fue mas rapido y me sujeto con fuerza provocando que los dos calleramos en la arena.-
-Sos graciosa?.- Dijo encima mio.-
-Te juro que fue sin querer! No pretendia mojarte tanto.- Le asegure en mi defensa.- No me mates.- Dije cerrando los ojos.-
-No te voy a matar.-
Jack me soplo y abri un poco los ojos. Estaba muy cerca de mi, y sus ojos me volvieron a hipnotizar. Ahora estaba mojada gracias a el, y llena de arena pero no me importaba no queria moverme de ahi.
-Sos hermosa.- Hablo mirando mis labios.-
-Gra-gracias.- Dije nerviosa.-
Seguimos mirandonos hasta que el se levanto y pense que ya habia terminado todo pero Jack tiro de mi haciendo que me siente a horcadas sobre el. Yo no podia respirar, estaba nerviosa. Pero no en un mal sentido, el me ponia nerviosa.
Corrio mi cabello hacia un lado y empezo a besar mi hombro para luego besar mi cuello. Mis manos viajaron hasta su cabello donde empece a hacer suaves caricias.
Luego de un par de segundos nos acercamos un poco mas y finalmente juntamos nuestros labios, se movian lentamente disfrutando uno del otro. El ruido de las olas lo hacia todo mas perfecto, mas real.
-Sin duda que te perdieras fue lo mejor que me paso en la vida.-
-Pienso igual.- Conteste con una sonrisa mientras me volvia a acercar.-
