Encuentro

5

Siete de la mañana, Alicia dormía en la cama y Sergio apreciaba la playa desde el balcón, la pelirroja abrió los ojos y se colocó la camisa del hombre para salir, la brisa mañanera le tocó el rostro.

-Arrepentido?-dijo recostada desde el marco de la ventana, el hombre volteó a mirarla.

-pensativo más bien- se volteó otra vez para seguir mirando el mar, Alicia se acercó a él, era tan solo unos centímetros más baja que el hombre, colocó su barbilla en el hombro de Sergio y rodeó con sus brazos el abdomen del hombre entrelazando sus propias manos.

-Demás está decirte que Raquel nunca va a saber esto verdad-el hombre tomó la mano de Alicia, la camisa le quedaba grande por lo cuál sus manos se perdían en aquellas mangas, besó la mano de la mujer, se volteó, tomó a la mujer por la cintura y la acercó.

-Demás está decirte que eso no va a pasar-la beso, el sol alumbraba a estos dos, la brisa, el mar cristalino de fondo aquello parecía un anuncio de calvinismos klein-Raquel está experimentando algo así como una relación abierta-Alicia frunció el ceño-ha salido con varios tipos estos años, yo solo lo acepté para no caer en la monotonía-con la yema de su dedo índice recorrió el borde de los senos de la mujer ya que la camisa no estaba completamente abotonada-Ahora quiero experimentar ese lado..no se.. tal vez en un futuro se llegue a dar algo con Raquel no crees? Es buena-Alicia río y se puso de puntillas para alcanzar aquella boca, al terminarlo el beso, lo miró a los ojos.

-Lo se, se lo buena que es en la cama-dejando al hombre boquiabierto entro a tomar una ducha, horas después estaba Sergio frente a su sobrino y Tatiana en aquella bodega apuntándolos con catorce armas.

-quiero que se vayan del continente, si el problema es económico fijaremos un monto que les llegará todos los meses, no quiero volver a verlos a ninguno de los dos...Rafael?

-Te lo juro tío

-bien, Tatiana?

-de verdad vamos hacer esto?-ambos hombres la miraron, ella volteó los ojos-bien está bien ex cuñadito lo haremos, ya lo sabes si mil veces intentamos robar el oro mil veces tú y la pelirroja nos encontrarán.-Los serbios se llevaron a los jóvenes, Sergio estaba por salir un silbido hizo que sus pasos se detuvieran era Alicia que venía bajando las escaleras y le pareció extraño ver a los jóvenes sin esposas, la mujer traía unas botas de combate, unos jeans negros y una chaqueta de cuero, su cabello está recogido como la última vez que se vieron en aquel aeropuerto.

-oro a salvo-le lanzó las llaves de la casa, quedaron frente a frente, ambos sonrieron, una vez más habían sido un buen equipo, Alicia rodeó su cuello y este colocó las manos en su trasero, un beso de por medio-vamos a casa-dundo unos segundos-es decir mi casa, donde vivo.

-Vamos-rio ante la cara de la mujer, comenzaron a caminar, Sergio pasó su brazo por el cuello de Alicia y caminaron abrazados

Era tarde y Alicia pidió que no se sacara a Victoria de su rutina por lo cual la niña estaba en la playa jugando, llegaron a la playa y la vieron a unos metros mientras jugaba con arena y el agua.

-esta enorme, VICTORIA-gritó, la niña volteó a ver, al observar a su madre saludándola salió corriendo cayendo algunas veces llegó y Alicia la tomó en brazos llenándola de besos.

-hola cariño-la niña analizó al hombre junto a ellas, le sonrió enseñando sus pequeños dientes.

-hola Victoria-la niña estiró sus brazos, Sergio la tomó y con sus pequeños dedos comenzó a señalar sus juguetes en la playa-vamos a jugar un poco-la niña fue caminado, ambos fueron tras ella, llegaron hicieron castillos de arena, una piscina, recolectaron conchas, Sergio y Victoria le hacían bromas a Alicia salpicándola con arena, los tres reían, hasta que la niña cayó rendida ante el sueño, Sergio la llevaba, entraron a casa, Alicia iba a ducharla pero estaba muy dormida y no quería despertarla, así que quitó toda la arena y le puso una pijama, la acostó en su cuna y bajo a la sala, cuando bajó vio a Sergio terminando una llamada.