El chico de cuyos ojos cafés, llamado Apolo.
Me lleva corriendo bajo la lluvia, a lo película.
¿Esto es un mal sueño? O que.
Llegamos cerca de mi casa cuando de pronto veo como un taxi llega a la entrada y veo a mi madre bajar de ello.
Esto no es bueno.
Y menos por qué Raquel no ha llegado.
Y se supone que le pedimos permiso para salir juntas.
Juntas.
Estamos en problemas.
— ven vamos— Apolo me guía hasta su casa y ahí me detengo.
—no creo que sea una buena idea, gracias pero yo me voy a mi casa—
— Vamos por favor— insiste y para no ser descortés lo sigo, además por qué ya está oscureciendo.
Entramos a la gran mansión Hidalgo por la parte de atrás, cual ladrones.
Ambos nos sentamos en la barra de la cocina totalmente empapados.
— Espera un momento voy por toallas— se gira para salir pero queda congelado— hola...— menciona tímidamente.
Una chica de al parecer unos 20 años de cabello rojizo aparece frente Apolo.
— ¿Pero que?— menciona viéndolo de pies a cabeza para luego mirarme a mí.
— Iba por toallas— menciona Apolo
— y por un trapeador, quieres?— dice aquella chica, Apolo no hace nadamas que asentir para luego desaparecer de ahí.
— Pero que descortés soy... — se acerca a mí— soy Claudia, ahora mismo te haré un té para que no te resfries.— dice acercándose a la estufa
— Amm.. gracias, y yo soy t/n... Vivo enfrente de hecho...
— ¿tu eres hermana de Raquel?— pregunta viéndome..
— si lo soy... Apenas volví...
— Tengo las toalla y el trapeador— aparece Apolo cambiado con una sudadera negra y unos shorts blancos.
Apolo me entrega una Toalla y comienzo a secar mi cabello empapado.
Claudia me entrega un café caliente lo cual le agradezco.
— Buenas noches.— menciona una voz masculino adulta, y se de quién es al instante.
Don Artemis, o bueno así lo título.
El mayor de los Hidalgo y más tenebroso.
Todo queda en silencio ante la presencia de él.
— nosotros nos pasamos a retirar— menciona Apolo tomándome del brazo para luego salir de la cocina y subir hasta su habitación.
Su habitación es bastante amplia.
Cómo la de Raquel y la mía juntas.
Veo una pintura aun costado de cama y me llama la atención los colores con los que fueron pintados.— mira encontré esto— menciona Apolo y no presto atención si no que sigo observando la pintura y las emociones que crea en mi y si que son bastantes. — t/n...— susurra a un lado de mi, haciendome estremecer.
— perdón... Amm..— digo alejándome de él.
— no tienes que disculparte, mira encontré esta sudadera para ti, tu ropa está empapada y pues...— sus ojos se encuentran con lo míos— a ti te quedará bien...
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𝐸𝑙 𝑢́𝑙𝑡𝑖𝑚𝑜 𝐻𝑖𝑑𝑎𝑙𝑔𝑜. Apolo y tú.
FanfictionMi hermana Raquel está obsesionada con Ares, uno de esos tres Hidalgo's, son muy distinta a ella y creo que eso mamá lo sabe. Vuelvo a casa con ella por ciertos susesos me llevaron a eso.. Nunca me imaginé hablar con alguno de los Hidalgo y menos q...