DOS

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Apenas llevamos una semana aquí y no puedo creer lo que estoy viendo en las noticias...

¨Los cuerpos de algunos adolescentes han sido encontrados junto al río de la ciudad Derater, en total fueron 5 adolescentes 3 hombre y 2 mujeres¨

Eso fue lo que en las noticias dijeron, antes de venir aquí mi madre investigo y no había antecedentes de que este tipo de cosas pasaran, inclusive decía que era un lugar seguro para menores de edad, pero veo que no lo es, en lo absoluto. Los nervios me invadían, este lugar no es seguro, en mi cuerpo se sentía algo de adrenalina, me dan ganas de ir y averiguar, pero no me dejaran, mis padres siempre me han mantenido fuera de peligro. Ellos siempre han dicho: ¨Es mejor mantenerse lejos del peligro¨. Tal vez, debería hacerles caso esto es diferente a los riesgos en los que he estado, esto se trata sobre un asesino. Además, aunque mis padres no lo digan, se que la razón por la que quieren que nadie de la familia se meta en problemas es porque, si uno peligra, ¿Qué nos hace creer que los demás no lo harán?. Mi hermano es mi prioridad, debo protegerlo y no ponerlo en peligro. Me mantendré alejada de esto.

Nada más salió eso en las noticias de la ciudad y mis padres se alertaron, no nos hemos ido por el trabajo de mi padre, ya que, conociéndolos si no fuera por eso ya nos hubieran dicho que empacáramos todo. Un suspiro salió de mi boca después de unos 10 minutos tras asimilar todo, necesito relajarme. Decidí ir a la cocina y prepararme un te, le pregunte a mi madre -quien se encontraba con mi padre, que intentaba tranquilizarla- si ella quería uno y solo se limito a asentir con la cabeza. Me dirigí a la cocina a preparar los te, pero, algo capto mi atención, alguien con un pasamontañas -azul oscuro, casi llegando a negro- estaba cruzando la cerca de la casa. El miedo que hace poco se había esfumado regreso a mi.

Alguien estaba entrando a la casa.

La familia corre peligro.

Debo avisarles.

Lo siguiente que se escucho fue el ruido de la tetera cayéndose seguido de mis pasos apresurados, debía llegar antes que esa persona llegara a ellos. Entre apresurada a la sala de estar y lo primero que hice fue ver si ellos estaban bien. Al haberme asegurado de que ellos estaban bien solté un suspiro. Mi madre ya estaba mejor y mi padre veía la televisión al lado de mi madre.

Espera...

Mi hermano no esta, no hay rastro de el. Para cuando iba a preguntar sobre mi hermano y avisarles sobre el enmascarado una ventana se rompió. El ruido alertó a todos, tras eso nos separamos para buscar de donde provenía dicho ruido. El grito de mi madre me alerto, corrí escaleras abajo para dirigirme al lugar de donde provenía el grito. Era el, era el encapuchado de hace un momento. Este traía un cuchillo consigo e intentaba apuñalar a mi madre con este; mi padre llego unos segundo despues de mí, quien, al ver la escena se apresuro y empujó al intruso haciendo que este suelte a mi madre, tras este acto hice que mi madre reaccionara, cosa que mi padre al ver que funcionó grito:

-¡Corran, escondanse y no dejen que el las atrape!-

Tras eso ambas salimos de la casa. Le marque varias veces a mi hermano, 1, 2, 3, 4 y 5 llamadas y todas directo al buzón de voz, no había rastro de el, no estaba en la sala de estar, no salio de su habitación con los ruidos dando a entender que no estaba en casa, cosa que es rara, recién llegamos y salió de la casa y el no es de salir de esta y para colmo no respondía las llamadas.
Estaba tan concentrada en mi preocupación por mi hermano que no me dí cuenta de que llegamos a la estación de policía de la ciudad. Al entrar mi madre denunció lo sucedido, al instante los policías se dirigían hacia nuestra casa, pero al llegar a esta no había rastro del encapuchado, solo mi padre quien estaba tirado en el suelo inconsciente. La policía enseguida confirmo que presenciamos al asesino responsable de la muerte de aquellos adolescentes. En cuanto mi padre despertó nos llevaron a la estación de policía para interrogarnos y poder llevar este caso a temas legales. Mi padre fue el primero en pasar, tras unas horas salió de ese lugar, enseguida llamaron a mi madre, quien, al igual que mi padre, tras unas horas salió de hay, por último fuí yo la que entró a ese cuarto donde me esperaba un policía quien me indicó que me sentara señalando un asiento delante suya.

-¿Qué fue lo que pasó?- me preguntó el policía tras unos segundos despues de que me sentara en la silla.

-Tras las noticias, mis padres, mi hermano y yo nos alteramos, a mi hermano lo perdí de vista, mi padre tranquilizaba a mi madre la cual estaba en un ataque de pánico, pasó un rato y le ofrecí un té a mi madre quien estaba más calmada que antes, ella acepto por lo que fui a preparar el té, pero en eso me percate de que un hombre encapuchado brincaba la cerca de la casa, asustada corrí a avisarles pero no ví a mi hermano, -Mi voz se quebró con el simple hecho de pensar que algo malo pudo pasarle- cuando iba a preguntar sobre el y a avisarles sobre el intruso una ventana fue rota, nos separamos a buscar el origen del ruido, yo subí al segundo piso pero no paso mucho cuando bajé tras escuchar el grito de mi madre, despues de mí llegó mi padre quien al ver que el encapuchado quería asesinar a mi madre se apresuro a empujarlo, este soltó a mi madre, por lo que fuí a por ella y mi padre nos grito que escaparamos y vinimos este lugar-

Tras unas preguntas más el policía nos dejó ir a casa a dormir, pues en el proceso anochesio. Al llegar a casa nos encontramos a mi hermano en la sala de estar.

-¿Dónde estaban?- curioso mi hermano nos preguntó con una ceja encarnada.

Tras una larga explicación una expresión de terror se plasmó en su rostro y se dirigió a darnos una abrazó a cada quien. Después de eso nos dirigimos a nuestras habitaciones para descansar pues hoy fue un día duro.

 Ciudad SangrientaWhere stories live. Discover now