Ciudad Sangrienta

CUATRO

Jayden

Murmullos se escuchan por todo los pasillos.

No me puedo creer lo que les pasó.

¿Y si ella solo quiere llamar la atención?

No puedo creer que el asesino atacará a la familia Miller.

Eso último captó mi atención, Miller... ¿Por qué es que me suela tanto ese apellido? Cierto no paran de hablar de la familia de mi compañera de trabajo que la maestra me asignó, la cual al parecer esta involucrada con lo que tanto me interesa.

Esto realmente sera interesante...

Seguí caminando por los pasillos de la escuela para ir a mi salón de clases, hoy por la tarde tendré que ir a la casa Miller, conoceré al resto de la familia de la cual se habla tanto, al parecer que este pueblo sea pequeño me ayudará para saber cosas acerca de esa familia. Al entrar al salón de clases puedo ver a Abigail ya sentada en su lugar platicando con una chica, Perséfone, creo, cuando por fin tomo asiento las dos chicas aquí presentes sueltan un respingo.

—¡Dios! ¿Por qué tienes que llegar tan silencioso?—Abigail se tocaba el pecho dramáticamente, como si estuviera a punto de darle un infarto.

Su amiga Perséfone asiente mientras apunta a su amiga dándole la razón.
Yo solo me encojo de hombros.

—La culpa es de ustedes por estar tan metidas en su plática.

Ambas me dirigen una mirada indignada para después voltearse, ignorarme y seguir con su plática. Aburrido decido sacar uno de los libros de Stephen King que me compré en mi antigua ciudad unos días antes de mudarme.
Tras un rato leyendo escucho un tono de llamada, decido subir la mirada para ver a quien llamaban.

Que chismoso que eres chico.

Al levantar la mirada me encuentro con la mirada de Abigail, la cual se para de su lugar para salir a contestar, cuando regresa no pasa mucho cuando empiezan a llegar los demás seguidos de un maestro.

—La maestra Smith se a reportado enferma así que hasta entonces yo seré su maestro, me presento soy el maestro Agustín Torres.

Tras su presentación tomo lista y siguió con la clase con normalidad. Ahora que lo pienso el profesor sustituto se apellida Torres y es muy alto, ¿Cómo no lo pensé ese día en clases?

Cuando acabaron las clases guarde rápidamente mis cosas y me dediqué a esperar a mi compañera de trabajo.

Que lenta...

—Listo, ¿Nos vamos?— habló mientras se acomodaba la mochila.

—Claro, lenta.

Al escuchar lo último me dirige una mirada indignada, abrió la boca para intentar decir algo pero la cerro enseguida. Empecé a andar sin ella y no tardo ni 5 segundos en seguirme.

—Oye, no se si lo recuerdes pero soy yo la que debe ir adelante, al fin y al cabo vamos a mi casa.

Sin dejarme responder acelera el paso y se pone delante mío dándome la espalda, me dedicó a seguirla en silencio pensando en un plan porque no me pierdo por nada en el mundo esta oportunidad para resolver el misterio. Buscando pistas que me ayuden para saber más detalles decido preguntarle algo de forma discreta.

—Escuche por ahí que el asesino atacó en tu casa, ¿Tu familia se encuentra bien?.

—Si estan bien, mi padre nos ayudo a mi madre y a mi a escapar y bueno mi hermano desapareció momentos antes de que el asesino entrará y no lo vimos de nuevo hasta que regresamos de la estación, aunque ahora que lo pienso se veía muy nervioso.