Capítulo 11.

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El cuerpo de Dahyun se estremeció por completo, incluso hasta el punto de sudar un poco; su confesión había llegado en el lugar equivocado quizás y la incertidumbre de no tener certeza si Bangchan la había escuchado o no, le estaba matando por dentro.

— Mira que hacerte el dormido para saltarte los deberes de maestro, ya es propio de ti. — dijo el maestro que acompañaba a Bangchan por el largo pasillo de la escuela que daba a la sala de maestros.

— Ah, pido una disculpa. — aunque las pidiera, como le habían dicho, era una costumbre que solía hacer con frecuencia. — ¿Por cuánto tiempo es la reunión? — por inercia comenzó a morder un lápiz rojo, como si fuera una galleta.

— ¿Te pasa algo? ¿Por qué comienzas a morder un lápiz justo ahora? — el maestro que le acompañaba sentía extraño a Bangchan y por supuesto se lo iba a decir.

— ¿Eh? — logró darse cuenta de lo que estaba haciendo. — Perdón, me siento un poco confundido ahora mism, no estoy bien. — quitó con sus manos aquel lápiz de la boca, cubriendo esta avergonzado; algo en Bangchan no lo dejaba pensar con claridad justo en ese momento.

Dahyun ya estaba en casa, con la mirada fija en un libro que trataba sobre la hypnosis; mientras leía, imaginaba posibles escenarios de cómo poder hypnotizar a su maestro, es que no era posible que él la escuchara decir «me gustas» ¿o sí?

— ¿Qué haces? — Young K interrumpió, apenas había llegado de trabajar en su restaurante.

— Ah, nada. — Dahyun dejó el libro a un lado y Young K solo se resignó, sabía que esta no le daba detalles sobre sus propios pensamientos o lo que estaba pasando.

— Tienes una visita~ tú amiga de la escuela ha venido a verte. — y así Young K dejó entrar a Ryujin, que había llegado hasta el apartamento y hogar de Dahyun.

— Ryujin. — Dahyun estaba sorprendida, la había estado evitando en la escuela para no hablar sobre el tema de Minho, pero con todo lo de Bangchan, hasta lo había olvidado. — ¿Sucedió algo?

Young K se retiró dejándolas solas.

— Yo, necesito seriamente... — su estado de ánimo no era el mejor, pero tampoco el peor. La mirada de Ryujin se quedó también en el libro que estaba leyendo Dahyun; inmediatamente hizo que esta se pusiera nerviosa, dejando de lado lo que iba a decir. — ¿Qué estabas haciendo? Por cierto, ¿cómo van las cosas entre tú y el maestro?

¿Por qué Ryujin debía darse cuenta de todo inmediatamente? Hacía que el corazón de Dahyun comenzara a latir con más fuerzas, en un estado de nerviosismo total; tanto que la hacia actuar torpemente. Retrocedió casi en shock, dando la espalda a Ryujin, no fue capaz de decir algo.

— ¿Qué ha pasado? — Ryujin se acercó después de preguntar, por esa actitud, nada bueno había sucedido. — ¿¡Cómo que te has declarado!? — después de unos minutos Dahyun ya le había contado todo.

— ¡Shhhhh! Baja la voz. — unos movimientos en sus manos de Dahyun hicieron callar casi a Ryujin.

— Aunque lo llames así, no diría que es una declaración, más bien fue algo que dije sin pensarlo demasiado. — el hecho de que se le escapara decir aquello sin ser consciente de que Bangchan la estuviera escuchando, le hacía pensar así. — creo que fue producto de los celos por su ex.

— ¿Todavía no entiendes la situación? Aunque fuera por accidente o por celos, lo hiciste y es amor. — Ryujin se quedó pensativa. — y el amor no es solo dulzura.

— Ya veo... — Dahyun no sabía bien qué decir.

— Pero has progresado, ¿sabes? — la mirada de Ryujin se quedó en Dahyun. — cuando llegaste eras una mocosa que no sabía absolutamente nada y ahora al menos eres una chica enamorada.

𝑺𝒉𝒐𝒐𝒕𝒊𝒏𝒈 𝒔𝒕𝒂𝒓 [ 𝑩𝒂𝒏𝒈𝒄𝒉𝒂𝒏 𝒙 𝒄𝒉𝒊𝒄𝒂 𝒙 𝑳𝒆𝒆 𝑲𝒏𝒐𝒘 ] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora