CUANDO CREÍ VERTE

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“La sensación, al igual que hoy en día, para muchos era deprimente.

Saber que en cualquier momento
puedes morir por un ataque imprevisto
no es muy alentador.

Eso nunca evitó que se detuviera,
el rendirse no estaba en su vocabulario,
no obstante, muchas groserías sí.”


Año 1490

    Dos jóvenes caminaban por un sendero, poco transitado, en plena noche.
Muy lejos de donde deberían estar a esa hora ese día.

Uno de ellos buscando algo que no se ha perdido, pero que desea encontrar.

– Oye, Bakugou - le llamó el chico que caminaba tras de él - Tu madre se molestará por la demora, te dije que era mala idea.

– ¡Y yo te dije que no me siguieras! - le gritó de regreso, acelerando el paso.

– Hombre, si no te fuese seguido no estarías regresando justo ahora - trató de alcanzarlo - Tu madre no nos creerá que estábamos patrullando tan lejos del Reino.

– ¡Maldición! Podrías callarte, tiburón andante - volvió a gritar.

Hubo silencio de nuevo.

Cada día, sin falta, durante los últimos 30 años, además de visitar a la encantadora princesa, patrulló los límites del reino, a pesar que desde hace muchos años no se habían vuelto a observar vampiros por esas desiertas zonas, a pesar de que ya nadie inmortal amenazaba las vidas de los ciudadanos.

Katsuki había vivido con la esperanza de conseguir ver a aquel niño que no parecía humano.

La tarde que volvió a su casa después del inesperado encuentro se juró, luego de que su madre lo castigara por alejarse tanto, que conseguiría encontrar al niño de dos colores.

Año tras año, sin importar la estación, Katsuki merodeaba las zonas donde ya nadie habitaba.

Sólo habían enormes árboles que parecían tocar el cielo, la vegetación abundaba pero no habían muchas plantas comestibles y los animales silvestres eran casi tan escasos como las personas.

Aquella parte, a las afueras del Reino, estaba desolada casi por completo.

Katsuki sabía que su ilusión era ingenua, en ocasiones creía que aquel recuerdo había sido producto de su imaginación, quizás.
Pero luego se golpeaba la cabeza para sacarse esas absurdas ideas.

Ese patético niño de cabello rojo y blanco era real.

Y algún día lo encontraría de nuevo.

Cuando llegaron a la ciudad, decidieron tomar un atajo que los llevaría a las puertas traseras del palacio.

Donde lo esperaban sus padres, el rey y aquella doncella de sangre real que muy pronto se convertiría en su esposa, aunque ninguno de los dos lo quería.

– Llegan tarde - una voz agresiva se escuchó en sus espaldas - ¿Dónde demonios estaban?

– Mierda, solo estábamos haciendo nuestro trabajo ¡¡No molestes!!

Un golpe en su cabeza fue la respuesta ante aquel grito.

– No me hables así, Katsuki - lo regañó - Soy tu madre, respétame.

Katsuki bufó, siguiendo su camino al interior del castillo.
Su mejor amigo, Eijiro Kirishima, se disculpó con la madre del otro por el comportamiento poco apropiado de su compañero.

Te Encontré [TODOBAKU] +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora