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CUANDO LA LUNA BRILLÓ

“Si tan sólo fuéramos concientes de nuestro futuro,
podríamos cambiarlo.

Sí tan solo supiéramos con exactitud nuestro pasado,
podríamos evitar volver a pisar ese camino.

Sólo sin tan siquiera pudiéramos entender
lo que estamos haciendo justo ahora.”

Año  490

( Mil años atrás)

    Cuando los vampiros se convirtieron en un verdadero peligro, muchas partes del mundo decidieron erradicarlos.

Las poblaciones más extensas, que apenas comenzaban a surgir y organizarse, no podían dejarles impunes los crímenes que cometían sin tener una pizca de remordimiento.

La supervivencia era complicada, todos estaban desesperados.

Año 890

Cada vez les era más difícil contrarrestar los ataques de los chupa sangre, esas criaturas definitivamente eran los mismísimos demonios.

A pesar de que eran pocos, comparados con la cantidad de humano; un par de ellos podía fácilmente acabar con una aldea entera en una noche si se lo proponían.

Y vaya que si lo hacían.

Las personas también debían lidiar con otras especies que amenazaban a la raza humana, pero ninguna se comparaba con ellos.

Rogaban a los cielos por un rayo de esperanza para que aliviara su sufrimiento.

Nacer era sumamente aterrador.

Año 990

Cada vez se hizo más sencillo adaptarse a la forma de vida de sus compañeros terrestres, a medida que los años pasaban iba evolucionando, no solo sus formas de vivir, sino también la manera de pensar.

Después de que las demás especies se unieron en un acto bondadoso de la humanidad; los vampiros, al ver que fueron excluidos de este acuerdo por sus fechorías, se sintieron ofendidos y multiplicaron sus masacres llegando, incluso, a eliminar a especies por completo.

Nada era importante para aquellos a quienes los años no afectaban, nada que no fuese multiplicar su número, aumentar su riqueza y conservar el poder.

Los segundos más fuertes, los lobos, deseaban acabar con las angustias de las personas que les brindaron una mejor forma de vivir.
Era la única cosa que podían hacer por ellos.
Debían ayudarlos.

Así comenzó la guerra.
Los vampiros no se consideraban los más poderosos por ser una gran cantidad.
Eran los fuertes siendo solo unas cuantas familias.

Se clasificaron entonces en dos:

Los de pura sangre, capaces de convertir a humanos en su especie.

Y los humanos que fueron transformados, con o sin su consentimiento.

No era relevante, todos aquellos que perdían el brillo en sus ojos y su tez palidecía, estaban condenados a morir.

Se sabía que había un líder en cada región.
Dictaba el camino que los más jóvenes, o más nuevos, debían seguir para conservar su supremacía.

En total se descubrió, gracias a esclavos que traicionaron a sus amos, que eran 7 vampiros dominando su mundo.

Y después que la guerra finalizó, solo quedaron 3.