CUANDO CREÍ NO VOLVER A VERTE

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“Se dice que la perspectiva
cambia según él ángulo del que mires.
En este caso, todo se veía mal.

La vida de algunos valía más que la de otros y,
aunque sigue siendo así,
en su momento fue lo peor que pudo existir.

La injusticia y desigualdad eran los verdaderos enemigos.”

Año 1490

“La esperanza es lo último que se pierde”
    Estaba cansado de escuchar eso desde pequeño pero, ahora siendo conciente de la situación, la había comprendido.

Muchos tenían su fe puesta en ellos.
Por alguna extraña razón.

   
   No faltaba tanto como pensó para llegar al escondido castillo, jamás imaginaron que estaría tan destrozado.

La sorpresa se reflejó en los rostros de todos, menos en el del subcapitán, un jóven responsable y elocuente.

Digno del cargo que ocupaba.

Él era el único de ellos que sabía la dirección de esas ruinas, como las llamó el lobo, por eso los había acompañado.

– Menuda mierda - se quejó el rubio.

– Bueno, por lo menos estaremos a salvo aquí - el otro rubio del grupo parecía aliviado.

Momo no comentó nada, tan solo estaba ensimismada mirando la tierra seca que ensuciaba su pulcro calzado, pensando en si había hecho lo correcto al obedecer al rey.

Katsuki la tomó por su mentón, alzándolo, mirándola a los ojos y limpiando una lágrima que resbaló por su suave mejilla.

Parecían estar enamorados.

– No llores, tonta - la regañó.

Ella rodeó con sus brazos el cuello contrario, aferrándose a él en un abrazo.

– No es justo, Katsuki - sorbia su nariz, nada propio de una princesa - Nada de esto es justo. - apretó aún más el agarre.

Todos estaban en silencio observando la escena.
Sólo el amigo íntimo del rubio sabía lo que significa ese estrecho contacto.
Los demás presentes, que creían entender, estaban pensando en darles privacidad.
Iida, solo se giró, sintiendo un dolor punzante en su pecho.

– Verás que todo pronto estará bien - acarició está vez su cabello, la princesa soltó un sollozo más sonoro que los anteriores - Ya deja de llorar, mierda. - se separó con brusquedad - Acabas de cumplir 19 años.

– ¡¡Bakugou!! - gritaron al unísono los demás chicos.

YaoMomo rió, acostumbrada a ese trato del rubio.

– En este castillo permanecerán hasta que la Comandante lo diga. - acomodó sus lentes el más alto - Éstas ruinas pertenecieron a la anterior familia real, pero ustedes ya deben saber esa historia.

Sí, todos sabían esa trágica historia.
Historia que implicaba a los vampiros y a la anterior princesa del reino.

– Bien, ¿Qué esperan para bajar los suministros? - preguntó Katsuki.

Alejándose del lado de la joven, que ya se estaba recomponiendo, para entrar e inspeccionar el lugar.

– ¡Andando! - gritó Kirishima.

Su día se basó en arreglar todo lo posible aquel deteriorado castillo, para que la princesa estuviera a gusto.

Iida y Kirishima, harían guardía.

Te Encontré [TODOBAKU] +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora