paraíso [exquisita debilidad #1]

001|mi lugar fantástico .

de mis manos salen llamas verdes, el profesor frente a mi me elogia al decirme que es un excelente trabajo, sin embargo yo no lo creo, odio mi poder, no puedo estar alegre cuando mi mente solo me recuerda que soy un monstruo, un ser repugnante que solo es capaz de defenderse con el don de la maldad dentro de su cuerpo, que no puede ir a la otra dimensión por miedo a que los humanos la repudien.

solo quiero salir de aquí de una vez por todas y refugiarme en el palacio subterráneo bajo la montaña de hielo, es el lugar mas hermoso que mis ojos han podido ver y mi cuerpo anhelar, el palacio es un lugar abandonado que solo yo pude descifrar, esta muy bien oculto y los demás brujos le temen a la montaña gracias a la vieja leyenda.

la leyenda es una estupidez, y mas los que creen que dentro de ella se encuentra un ser inexplicable que en el momento que aparezca, acabara con nuestra dimensión, que es un ser que odia a toda nuestra legión de sobrenaturalidad. aun así, entre allí, lo comprobé, y adivinen. no encontré una mierda.

necesito algo de acción en mi vida, algo que me haga cambiar de opinión con respecto a lo que soy. por que si, odio ser una de las brujas del clan Monroe. odio que todos crean que soy igual a mi familia, no estoy ni de cerca a ellos, que se creen los dueños de todo solo por ser los originales, No camino por ahí mandando a los de medio mundo, ellos se esfuerzan tanto por hacer funcionar sus poderes que me gustaría ser ellos, que sepan que todo lo que tengo y hago es gracias a mi y a mi esfuerzo.

— Yenevit ¿me escuchas? —el profesor Campbell hace señas frente a mis ojos.

— no.

— te estaba ordenando que hagas la runa de la verdad con la llama en tu dedo —ruedo los ojos y me concentro para salir rápido de esta habitación que me da nada mas que escalofríos.

relajo los hombros y cierros los ojos para poder visualizar la runa en mi mente y recrearla en la mano del profesor. 

muevo mi dedo con lentitud haciendo que la pequeña llama salga de mi dedo; con mucha concentración empiezo a dibujar lo que mi mente me muestra que haga, es la runa mas hermosa que eh visto pero aun así no deja de ser peligrosa, las curvas se ven majestuosas frente a mis ojos y mas aun cuando el color verde brilla en ella. es la segunda runa que dibujo aparte de la única que me arrepiento de haber hecho pero no me retracto al trazarla en el profesor.

si algo sale mal me va a importar una mierda.

la idea llega a mi cabeza cuando la runa se borra, ¿y si le hacemos una pequeña maldad al querido profesor?

— vamos a verificar si esta perfecto —sus ojos se abren como platos ante mis palabras —haber...... ¿tiene algo con la profesora Miller?

— si. —se tapa la boca sorprendido mientras los demás alumnos empiezan a reír. lo sabia— bueno, suficiente por hoy; se pueden ir a sus casas.

hago el bailecito de la victoria en mi mente porque ya puedo salir de aquí, realmente no me sorprendió su respuesta a mi pregunta ya que un día los escuche en la sala de instrumentos hablar sobre su relación, no era tan difícil de intuir.

aun faltan dos horas para que sea la hora a la que siempre voy a la montaña, aunque realmente no me preocupo, no es como si me fuera a encontrar a alguien, estoy segura de que nadie además de mi va a ese palacio. tienes que pasar muchas cosas para llegar ahí. a mi lugar sagrado, y durante estos dos años que llevo yendo al palacio, realmente no eh visto a nadie que la visite así que por esa parte estoy tranquila. me gusta estar sola y se que si algún brujo estuviera allí, no me sentiría del todo cómoda.

camino un par de calles hasta mi casa para poder cambiarme, odio este estúpido uniforme. si hay alguien que no le gusten los colores soy yo. no me gusta ser el centro de atención en lugares públicos y mucho menos desolados. simplemente me gusta pasar desapercibida. soy una persona solitaria que vino a este mundo a cumplir su deber de aprender a manejar su magia y morir en compañía de nadie, porque así me veo en un futuro. sin nadie a mi lado para amarme y protegerme como mis padres sueñan.

dentro de dos años, cuando cumpla los veinte me veré obligada a casarme con la familia Thompson, solo consiste en las dos gemelas vampiro —que pronto se casaran con mis hermanos gemelos—, ilana y milena. mientras que Brad es el vampiro mas temido de la generación, luego se encuentra mila y Harry quienes son los segundos vampiros procreados. eso quiere decir que la familia Thompson es la original al igual que la nuestra.

el objetivo de mama es que me embarace de un vampiro y que pueda crear a una nueva especie de ser sombra, la odio. odio a Laura Monroe por querer mandar y hacer lo que sea con mi vida. ahora incluso con mi cuerpo, ser la nueva esposa de Brad no es lo que quiero pero según todos, es mi destino.

apartando los pensamientos, entro en casa sin hacer el menor ruido posible y subo  a mi habitación. me despojo de el uniforme y me dirijo a buscar unos pantalones que me ayuden a pasar desapercibida y las botas mas cómodas del mundo, coloco la sudadera sobre mi torso y termino por poner una gorra en mi cabello castaño.

salgo por la ventana porque no me gustaría dar explicaciones de a donde me dirijo y camino bajo la sombra de los arboles alzándose en la acera.

cada que voy acercándome el corazón martillándome porque se que el palacio es y será mi lugar fantástico para descansar.