DRY FLOWER

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Yang Jungwon pasó tres días en el hospital, Jongseong iba a verlo, pero parecía ser el único, nada de familiares u otros amigos.

Estaba sumamente sorprendido, aquel maravilloso y valiente chico del que estaba completamente enamorado no tenía a nadie.

Jongseong notó que Jungwon parecía vacío, aunque era porque no llegaba a comprender que en realidad estaba roto, hecho pedazos.

Aún así, el pelinegro pasaba todo el día a su lado, faltaba a la escuela para quedarse con él, aunque el primer día Jungwon no quiso hablarle.

En ese momento no había hecho mucho, lo había dejado, hablando él sólo, pero el segundo día estaba más dignado a tener una respuesta.

Cada vez que el peliazul se volteaba para no verlo Jongseong levantas su silla, rodeaba la camilla y se sentaba de nuevo frente a él, así lo habían hecho al menos cinco veces, hasta que Jungwon había comenzado a llorar.

—¿Puedes parar? — pidió, en sus ojos había furia, además de lágrimas, que comenzaban a caer por sus mejillas— ¿Por qué haces esto? ¿Por qué te quedas? Park Jongseong... Yo no soy nada, ¿Qué haces aquí?

Jongseong estaba sorprendido por el estallido de Jungwon, no pudo evitar quedarse unos segundos congelado, viendo al peliazul hundiendo su rostro en la almohada.

El mayor se acercó a la cama, colocó una mano sobre el brazo de Jungwon, frotándolo lentamente, con cariño, apoyó el mentón sobre la camilla, un ojo del chico escapó de la almohada para mirarlo.

—Me importas— fue lo único que pudo decir.

Jungwon negó, se alejó de él, apartando su rostro de la almohada, tomando distancia, su corazón latía muy rápido al tener el rostro de Jongseong tan cerca.

—No, no lo digas, por favor... No debo importarte, ¿Por qué te importaría?

Jungwon se movió con intención de voltearse, pero Jongseong lo retuvo, las manos del pelinegro fueron hacia el rostro del peliazul, alzandolo, unió sus labios de forma rápida.

Apenas había apoyado sus finos labios sobre los suaves de Jungwon, sus ojos seguían abiertos, el peliazul lo miraba con miedo, Jongseong intentaba darle calma, cerró sus ojos con lentitud, acariciando las mejillas del menor.

Sintió los labios de Jungwon temblar bajo los suyos, movió un poco sus labios, ladeando su cabeza, apretando un poco el labio inferior del peliazul con los suyos.

Cuando Jungwon correspondió no pudo evitar sonreír. Tardaron un segundo en que los movimientos del beso se acoplaran, hasta terminar con el mismo ritmo, y el mismo sentimiento en sus pechos, floreciendo conforme sus labios se tocaban cada vez más.

Jungwon lo empujó de golpe y comenzó a negar, Jongseong lo miró confundido un momento, hasta que el chico comenzó a llorar.

—No, no, no, no— repetía, mientras más lágrimas caían por su rostro—. ¿Por qué haces esto? ¿Por qué me haces esto? — Jungwon llevó una mano a su pecho, sobre su corazón, apretó la tela de la bata, como si así pudiera comprimir lo que sentía.

Jongseong negó, se volvió a acercar a él con más lentitud.

—Porque me gustas, Jungwon— habló con suavidad.

Jungwon comenzó a negar.

— No, mientes...

— ¿Por qué te mentiría, Jungwon?

—¿Cómo podría gustarle yo a alguien? ¿Cómo podría gustarte, Jongseong? — Jungwon continuaba llorando—. Sólo... Te estás burlando de mí, tú... Eres amigo de Jaeyun y esos, eres igual a-

𝙍𝙊𝘾𝙆 𝘽𝙊𝙏𝙏𝙊𝙈 » 𝙅𝘼𝙔𝙒𝙊𝙉Donde viven las historias. Descúbrelo ahora