Estoy terriblemente cansada de pensar que todo llegará, pero acaba no llegando. Cansada de querer intentar tener las ideas claras, pero no, no las tengo. Quizás me tendría que empezar a dar ya todo igual, ya sabéis, dejar de fingir. Puede ser que si algún día dejo de hacerlo, las cosas me vayan mejor, quién sabe. No quiero llegar a mis últimos instantes de vida y pensar joder, me he pasado todo este tiempo pretendiendo ser alguien que no soy. No, no quiero pasar más años viviendo así. A partir de ahora me va a tocar empezar a ser un poco más egoísta, dejar de actuar con tanta inseguridad y, sobretodo, no tener miedo a la hora de hacer algo. Realmente, no pierdo nada, tan sólo puedo ganar lo único que en ocasiones me falta: confianza en mí misma. Poco a poco me voy dando cuenta de que siempre hay segundas, terceras, cuartas o infinitas oportunidades en esta vida. Con esto me refiero a que, si fallas en cualquier cosa, aunque tú no lo creas, siempre van a haber otras oportunidades y soluciones. Es verdad que las personas cometemos el error de tropezar miles de veces con la misma piedra, nadie es perfecto, claro está. Yo, en cambio, directamente acabo tropezando y cayendo al suelo. Pero ya me he cansado, a partir de este preciso momento, voy a coger la piedra y la voy a mandar a tomar por culo, lo más lejos que pueda, con tal de que acabe desapareciendo de mi camino. Porque al fin y al cabo, lo que no se intenta no se gana.
ESTÁS LEYENDO
Pedazos de algo nuevo
RandomEn realidad esto no es una novela, es una pequeña recolección de textos que he ido guardando en mi libreta.