En el mismo lugar donde creí perder los límites del horizonte que veía a través de tus ojos. El mismo que me decía "tranquila, todo saldrá bien", sin llegar a imaginar que en ese bien no iba incluido tu nombre. Un bien donde faltaran tus abrazos, y donde los recuerdos se ahogaran. Algunos, sin posibilidad de rescate. Un bien que yo nunca hubiera añadido entre todas las alternativas posibles que se me ocurrían cuando imaginaba un futuro a tu lado.
Y aún con nada más por intentar, traté de que nuestra historia se tejiera con cada nudo, con cada giro, con cada derecho y con cada revés.Hasta que el revés empezó a encontrar su lugar en este cuento, hasta terminar adueñándose de él.
Y mis sueños comenzaron a buscar la garantía de todas aquellas caricias por las que te había comprado, y mi imaginación comenzó a acumular cosas. La de las toneladas de momentos que me faltaron.
Y aún así, te quiero y te querré siempre.
Porque conseguiste lo que, hasta entonces, nadie había conseguido:
Concentrar toda la felicidad del mundo en tan sólo un cruce de miradas.
ESTÁS LEYENDO
Pedazos de algo nuevo
RandomEn realidad esto no es una novela, es una pequeña recolección de textos que he ido guardando en mi libreta.