Los ROSWELL.

Capitulo 6: Figuras

Cerré mis ojos unos segundos intentando volver a la realidad, pero no, está era la realidad.
Mis padres no estaban por ninguna parte quise gritar pero no lo hice, el temor se reflejaba en mis ojos, lágrimas cayendo ¿que estaba pasando?
Zack tapó mis ojos, pero aún podía ver por una parte de sus dedos, vi que al fondo del bosque se reflejaban 3 figuras negras, mis lagrimas caían y podía oír a Ange llorar, por otro lado Zack se hacía El Fuerte por que sabía que era igual de cobarde que nosotras.
-Tranquilas, no va a pasar nada, papá y mamá deben de estar por llegar, no se alejen de mi chicas.

Dudaba mucho que las siluetas del fondo eran mis padres, por que eran tres y mis padres bueno, son dos.
-Chicos, su-subamos al auto_ Ange estaba demasiado preocupada así que mi hermano le hizo caso_

Mientras las figuras se acercaba más y más a nosotros, decidimos subir a Auto en la parte trasera. Cerramos las ventanillas y le pusimos seguros a las puertas.

Todo era silencio aún no asimilaba lo que tenía en frente de mi, mirar al frente por la ventana del auto y ver personas muertas colgada de los árboles.
Hasta que un (Toc, Toc, Toc) entró en mis oídos de una forma muy brusca.
Si, eran las siluetas, mis hermanos y yo mirábamos hacia las ventanillas donde se encontraban 3 personas y yo, yo conocía a una.

La primera un señor de 30.40 de edad, su barba larga y sus ojos de diferentes colores azul y verde, tenía una bata negra y una gorra, sus dientes estaban negros o bueno manchados, era muy grande de unos 1.90 más o menos y su cuerpo era demasiado grande como si frecuentara mucho los gimnasios, parecía un luchador de los 90s.

La Segunda persona era más diferente, era un chico de 20.25 años, sus ojos eran marrones o bueno eso pensaba, usaba gafas, no era muy alto y era muy delgado a comparación del señor que se encontraba al lado de él, tenía la misma bata negra pero no tenía gorra, su mirada era fría y desgarradora.

Y la tercera persona era ella, la recepcionista del hotel, no tan alta, su cabello rubio y crespo, sus ojos eran azules, tenía pinta labios rojo, era muy bonita pero su mirada hacía referencia a la muerte y la venganza, también tenía la bata negra pero en su cabeza llevaba una balaca roja con un moño. 

Toc, Toc, Toc.

Ese ruido que al mismo tiempo parecía las manecillas del reloj, la persona número 1 tocaba la ventanilla de mi lado al mismo tiempo del segundero, mis ojos subieron hacia los suyos de diferentes colores, su mirada vacía y la mía tan tenebrosa y ahí, ahí empezó mi error. Mostrarles temor.

-Hola, ¿Tú debes de ser.... Cloe, no es así?

No respondí, Zack se giró hacia nosotros y me susurró que no le dijera nada y que no le demostrara miedo, pero era todo lo contrario, lo tenía y brotaba tan natural que podía demostrarlo.

-¿Tienes miedo Cloe?
-¿Por que lo tendrías Cloe?
-Si Cloe

Las tres personas me estaba matando por dentro, sus voces como una musica imparable diciendo mi nombre, me estaba volviendo loca.

-No.

En ese momento no era yo, no se como o por que dije "No" ¿estaba bien? ¿Que pasaría después de haberles respondido?

-No les tengo miedo, ni a ti, ni a ti, ni a ti.

Dije señalándoles uno por uno, mis hermanos apenas me miraban, yo tampoco podía creer lo que hacía o lo qué pasaría después.

-Bajalos del auto

Escuche esa orden de la persona número 1, a lo cual los otros dos le obedecieron, las puertas estaban cerradas y ni tenían la mínima idea de que no podía abrirla.
Mire a mis hermanos, estaban aterrorizados igual que yo, el terror brotaba de nosotros, la decepción la falta de nuestros padres, todo.

-Chicos... Abran la puerta -el señor nos dijo mientras observaba a los otros dos intentando abrirla-
-Si no la abren a las buenas entonces nos tocará a las malas y eso no querem..

-No, no abriremos la puerta _Escuche que Zack hablo con su tono de macho, pero bueno le duro muy poco_

-No me queda otra elección.

Así que les hizo una seña y cada uno cogio un palo y bueno hasta ahí supe, por que empezaron a romper las ventanas con ellas y todo el vidrio llego a nosotros, solo sentía como los vidrios se transaban en mi piel, como la rompían al igual que mis hermanos y si, el de gafas nos tiró algo como un polvo y me dormí, no supe nada más.