|Adaptación ShikaTema|
Temari No Sabaku era la emperatriz perfecta en todos los sentidos: inteligente, valiente y sociable. Era amable con sus súbditos y devota de su marido. Se conformaba con vivir el resto de sus días como la sabia emperatriz del...
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—‹‹Pronto me voy a divorciar››—
—»Temari«—
La nación de Sunagakure estaba dividida entre dos Imperios: Oriental y Occidental. Yo provengo del Imperio Occidental. Entre los dos imperios, los matrimonios arreglados eran bastante comunes. Un ejemplo era mi madre, una princesa del Imperio Oriental, que se casó con el príncipe heredero del Imperio Occidental. Si bien el matrimonio era un asunto político y el romance para los enamorados, mis padres se enamoraron y se casaron, siendo también muy común para la nobleza masculina o femenina tener una persona a su lado.
Desde muy temprana edad, fui educada por mi madre y por la anterior emperatriz, sobre la etiqueta y el funcionamiento de la corte imperial, por qué el anterior emperador, Sasori III y mi padre, Rasa II, habían planeado mi matrimonio con el príncipe heredero del Imperio Oriental.
Por fortuna, Daimaru y yo nos llevábamos muy bien siendo buenos amigos desde que éramos unos niños. En ese entonces nos reuníamos y nos la pasamos muchos días planeando y conversando, sobre el país que construiríamos juntos en el futuro para las próximas generaciones. Para la nobleza eramos una adorable pareja de enamorados.
Pero nosotros no nos veíamos como una pareja, pero seguía siendo algo. Era el tipo de relación en la que, incluso cuando peleáramos en casa, entramos con una sonrisa al salón de bodas. Muchas cosas de nosotros funcionaron muy bien estando juntos.
De adulto, Daimaru heredó el trono del difunto emperador, y después de la ceremonia de coronación, estábamos en buenos términos, durante unos tres años...
... Hasta el día de hoy.
ーAcepto este divorcio ーdije suavemente, mirando al ministro.
Un gran silencio se formo en la sala, aparentemente, todos se encontraban en shock por mi respuesta.
¿Era la única que tenía una leve sonrisa en los labios cuando dije esas palabras?
Hasta ahora había sido una buena compañera y una emperatriz perfecta. Luego del matrimonio con Daimaru, nunca habíamos peleado, es decir, hasta que él la trajo. Me hizo a un lado por su amante, pero hasta el último momento quería ser un buen hombre y un buen emperador.
Luego estaba mi familia y la gran iglesia que había aprobado nuestro matrimonio, quienes insistieron en que no renunciará a la posición de emperatriz. Ciertamente, a él le disgustaría la idea de pasar por un tedioso juicio de divorcio contra estos dos grupos.
Él era esa clase de hombre, y esa clase de emperador.
ー¡Su majestad! ーgritaron al unísono mis damas de compañía. Mis amigas fieles que siempre estuvieron conmigo.
