MALAS ENSEÑANZAS -NARUSASU-

Capítulo 81

Naruto Pov's.

He tenido el mejor sueño del mundo.

He soñado que él estaba a mi lado y que hemos hecho el amor como nunca pensé hacerlo con alguien, delicado, suave, disfrutando de su respiración, de su piel y su compañía.

Apenas puedo abrir los ojos y verme en aquella habitación. Giro a mi derecha y me doy cuenta que no está. Él no está a mi lado.

Me asusto al instante, siento pánico al ver que él no está conmigo en esta cama, que no está junto a mi.

Toco las sábanas ansiosamente y efectivamente no está. Suspiro lentamente y me pongo de pie aun un poco asustado. Me coloco los boxers y salgo de la habitación.

La sensación desaparece cuando veo al niño bueno desde lo alto de la casa, en el balcón mirando las olas del mar que revientan a lo lejos, él está apoyado contra el barandal, con el cabello despeinado y con mi camiseta blanca puesta en sí mismo.

Mi camiseta le queda algo grande, puedo ver sus largas piernas blancas, está descalzo y mientras camino hacia él siento su respiración tranquila como las olas del mar.

Lo abrazo por la cintura y beso su mejilla dulcemente, él sonríe sin despegar la vista del mar. Luego suspira largamente.

- Esto es tan pacifico - dijo el niño bueno.

- Lo sé - dije mirando la playa y respirando profundamente.

- Podría quedarme escondido aquí por siempre - sonrió - siempre me gustó la playa y sus grandes olas, mis padres jamás tuvieron tiempo de llevarme, estaban demasiado ocupados...

- Ya no los necesitas, ahora solo me necesitas a mi... yo haré todo para hacerte feliz Señor Uzumaki.

- Dilo de nuevo - cerró los ojos lentamente.

- ¿Qué? - fruncí el ceño confundido.

- Dilo, eso... me gusta...

- Señor Uzumaki - volví a repetir susurrando en su oído.

Él rio tiernamente y recostó su cabeza en mi hombro, le di un pequeño beso en el cuello, haciéndole cosquillas con la punta de mi nariz, rio más fuerte y abrió sus grandes ojos para mirarme dulcemente.

Deslizó una de sus manos acariciándome el cabello detrás de mi oído, me hizo cosquillas, se sintió bien.

Él tenía un brillo en su rostro, lucía diferente, tenía los labios más rosados y las mejillas encendidas, sus ojos brillaban intensamente, sus pupilas parecían estrellas. Su cabello volaba con el aire y me miraba a los ojos queriendo averiguar en qué pensaba, a estas alturas creo que ya lo sabe.

- ¿Tienes miedo? - le pregunté. Él me sonrió.

- No - me respondió - cuando estoy contigo no le temo a nada, mi único miedo soy yo... ¿Quién puede rescatarme de mis miedos?... Solo tu.

- Siempre serás el niño bueno tímido y miedoso que conocí en la academia aquel otoño en Konoha y del que me enamoré perdidamente.

Sonrió.

- ¿Volveremos? - me pregunto - Porque me gustaría quedarme aquí a escribir nuestra historia.

- Nuestra historia ya estaba escrita... Desde mucho antes de conocernos, ¿lo has imaginado?

- Mucho antes de conocernos - me observo - creo que ya había soñado contigo - cerró los ojos y suspiro.

Junte nuestros labios despacio, no oía nada más que el ruido de las aves y las olas reventar en la orilla de la playa. Apenas el sol estaba saliendo y nuestra historia seguía su curso como siempre se había previsto.