Capitulo 2

522 52 4
                                    

Una semana había pasado, Victoria se refugió en el trabajo para no pensar en nada ni en nadie. La mayor parte del tiempo era así, pero había momentos del día donde él venía a su mente, recordaba todo lo vivido y de vez en cuando imaginaba como hubiese sido si ese día no hubiera pasado.

El día de la cita con Isadora llegó, Victoria tenía dos bocetos listos para que ella escogiera el que más le gustaba.  Iba camino a la sala de juntas cuando de momento tropezó con alguien, esté rápidamente la sujeto para que no se cayera.

- Gracias y disculpa no lo vi,- expresó ella mientras arreglaba su ropa
- Victoria?,- preguntó sorprendido
- Heriberto,- fue lo único que alcanzo a decir antes de caer desmayada.

Heriberto la cargo e inmediatamente pidió ayuda, uno de los trabajadores lo llevó hasta la oficina de Victoria. Allí la acomodo en el sofá, le indico al empleado que trajera alcohol y un algodón. Mientras el trabajador iba por el encargo, una Antonieta preocupada entraba como loca a la oficina de Victoria.

- Victoria, que paso?,- pregunto desesperada
- No se, tropezamos y al verme se desmayó
- Heriberto, qué haces aquí,- él iba a responder pero en eso entró el trabajador
- Aquí está lo que me pidió

Heriberto mojo el algodón con alcohol y lo pasó por la nariz de ella, en ese momento Victoria comenzaba a recobrar el sentido.

- Victoria estás bien?,- preguntó Antonia
- Si solo fue la impresión de verlo,- dijo algo mareada aún
- Ver a quién,- inquirió él un poco celoso
- Heriberto, - se quedó mirándolo
- Podrías decir algo más que mi nombre ,- espetó enojado
- Perdón es que ha pasado tanto tiempo, no pensé volver a verte
- En cambio yo es lo que más deseaba
- No seas mentiroso, y dime que quieres que estoy muy ocupada
- Victoria porque me hiciste eso si yo te amaba
- Yo no te hice nada, tu me hiciste a mi, yo te amaba y me partiste el corazón
- No aquí la única que traicionó fuiste tu
- Sabes que no tengo tiempo para discusiones estúpidas, sino tienes nada mas que decir mejor vete que estoy muy ocupada,- en eso entraba Isadora
- Victoria me dijeron que te sentiste mal, si quieres podemos cambiar la cita, mi amor qué haces aquí,- dijo mirando a Heriberto
- Iba camino a buscarte cuando la señora se desmayó, la traje a la oficina y la atendí, espero que se sienta mejor señora
- No es un lindo, por eso me enamore de el, ya quiero que llegue el día de ser su esposa
- Gracias señor por su ayuda, Isadora mil disculpas pero hoy no podre atenderte, no me siento muy bien
- No te preocupes, te parece si regreso en unos días
- Perfecto y otra vez disculpa

Heriberto quería seguir hablando con ella pero entendió que no era el mejor momento por lo que decidió marcharse. Victoria respiró profundo y se dejó caer en su silla, no sabía si reír o llorar, si gritar o simplemente callar.  Antonieta también estaba en shock por lo que tampoco sabia que decir por lo que prefirió quedarse callada. Pasaron varios minutos en silencio hasta que Victoria habló.

- Antonieta podrías encargarte de todo, con lo que pasó no tengo cabeza para nada
- Claro que si Vicky, pero estas bien
- Tu que crees, - le dijo un poco enojada
- Bueno si me necesitas ya sabes donde encontrarme, no olvides que estoy contigo en las buenas y las malas
- Gracias mi Anto, no se que seria sin ti, - le dio un abrazo y se fue.

Victoria iba para su casa pero se encontró en frente de un bar, después de pensarlo unos minutos entró, se sentó en la barra y pidió un tequila. No supo cuánto tiempo pasó ni cuantos tequilas se había tomado, solo quería olvidarlo todo. Se paró pero tuvo que sujetarse porque se mareó, esperó unos minutos para después dirigirse al baño. Regresó y siguió tomando sin percatarse que alguien se había sentado cerca de ella.

Pasaron unas horas más, Victoria miró su reloj y se dio cuenta de que ya era tarde. Se tomó el último tequila para irse pero cuando se levantó perdió el equilibrio y se cayó. La persona que estaba cerca corrió a ayudarla y la levantó con cuidado.

- Victoria estás bien, - preguntó Heriberto preocupado
- Si, gracias por tu ayuda, ahora déjame en paz, - se fue tambaleando hasta el coche
- Déjame llevarte, no puedes manejar así
- No gracias, prefiero tomar un taxi
- Que conste que quise hacerlo por las buenas, - la tomó en sus brazos, abrió el coche y la sentó en el asiento del pasajero, luego se sentó en el lado del chofer.
- Ahora dame tu direccion
- No te dije que prefiero un taxi, - intentaba abrir la puerta
- Ya no seas testaruda, o me das tu direccion o te llevo a mi casa qué prefieres
- Esta bien, - le dio la dirección
- Porque me engañaste con esa Heri, yo te amaba, - le hablo mirándolo a los ojos y sin poder contenerse más lo beso
- Yo no te engañe Victoria, aqui la unica que se fue con otro fuiste tu, - le espetó
- Yo no me fui con nadie, solo me cambie de universidad despues que descubri tu engaño
- Yo te vi, - cuando miro al lado Victoria se había dormido, << eres tan hermosa>> pensó

Cuando llegó a la dirección, buscó en la bolsa las llaves y tomó a Victoria en sus brazos para llevarla hasta su departamento. Le pregunto al portero cuál era el número y se dirigió a él. Cuando llegó abrió la puerta como pudo, la empujó con el pie y la llevó hasta el cuarto. Allí la acomodo en la cama, le dejo dos aspirinas y una nota. Se quedó mirándola por varios minutos, no podía negar que aun sentía algo por ella pero jamás se lo diría.

Llamó un taxi, el cual lo llevó al bar para recoger su coche. Se fue a su casa pero esa noche no pudo dormir pensando en ella. Victoria se pasó la noche soñando con Heriberto, algunos eran recuerdos otros cosas a futuro. Dicen que cuando dos personas que se aman sueñan lo mismo, es que sus almas se juntaron y esa noche estuvieron más juntos que nunca.

Aquí les dejo el segundo capítulo de esta historia, como siempre gracias por su apoyo!!! Las amo mucho!! Este capítulo se lo quiero dedicar Brenda3104

Gracias Brendita por tus hermosas historias, te re quiero!! ❤️❤️

Corazón ValienteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora