Capitulo 9

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Un mes había pasado desde que Heriberto se fue de su lado, cada día que pasaba era más difícil que el otro, lo extrañaba tanto y el embarazo no ayudaba mucho. Heriberto y Victoria se metieron de lleno en el trabajo para así mantener sus mentes ocupadas, ya que no dejaban de pensarse.

Al otro lado de la ciudad, Isadora comía con sus amigas mientras se regocijaba de que se casaría con Heriberto en unos días. Le estaba contando los detalles de la boda y demás, y también de la lencería que se compró para la noche de bodas.

Amiga que envidia de la buena, mira que casarse con semejante bombón

Pues si, pero les advierto que es mio eh, y no comparto

Tranquila fiera, mejor cuéntanos como le hiciste para lograr que se casara contigo, hasta donde recuerdo se habían separado

Lo que pasa es que estoy embarazada,- todas quedaron estupefactas

Tu embarazada, la que juro que no tendría hijos para no perder tu figura, no me hagas reír, - habló su amiga con sarcasmo

Si es cierto, yo también lo recuerdo pero dicen que al amor cambia a las personas no

Tu siempre tan inocente no, claro que no estoy embarazada, - expresó Isadora con fastidio

Y como le hiciste para que Heriberto creyera que sí

Le page a una mujer para que me vendiera su ecografía, además cuando Heriberto me hizo análisis de sangre le pague a la del laboratorio para que los cambiará

Que perversa que saliste, pero y si Heriberto se entera

No tendría como, les pague bien a las mujeres y solo las que están en esta mesa lo saben,- todas se quedaron en silencio

Bueno entonces brindemos por tu próxima boda

Salud, - dijeron todas al unísono, una de ellas se quedó pensativa

Se quedaron unas horas más platicando de todo un poco, cuando comenzó a caer la noche se despidieron y cada una se fue a su casa. Al otro día Victoria se encontraba desayunando con Antonieta en su lugar favorito, desde que supo que sería mamá los antojos vienen a toda hora. Estaban devorando la comida cuando alguien pasó con una revista que anunciaba la boda de Heriberto, cuando ella lo vio enseguida perdió el apetito.

Que paso mi Vicky porque dejaste de comer, - pregunto preocupada

Mira, - le señala hacia donde estaba la revista

Lo siento tanto amiga, yo se cuanto amas a Heriberto

No sabes cuanto lo extraño, y lo mucho que me duele que mis hijos crecerán sin su padre

Entonces díselo Vicky, total no tienes nada que perder

No Antonieta no, y ya dejemos ese tema ahí por favor, - ellas no se percataron que alguien las escuchaba

Esta bien, mejor vayámonos que llegamos tarde

Si vamos

Victoria se dedicó por completo al trabajo, no quería pensar en nada ni en nadie aunque a veces no pudiera evitarlo. Ese día le estaba costando un poco más ya que su mente no podía dejar de pensar en la revista con el anuncio de boda, respiro profundo e intento seguir con su trabajo. Estaba concentrada en un diseño cuando la secretaria le anunció una visita, le dijo que la persona había dicho que era de suma importancia que la atendiera por lo que Victoria aceptó.

Corazón ValienteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora